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Condenaron a dos de los ex operarios de OSSE por contaminar el agua de San Juan
El ex trabajador que abrió la válvula de la reserva que alimenta el Gran San Juan y la mezcló con barro podrido, recibió 3 años por el mismo delito que los responsables de la Bodega Torraga.
Por Carolina Putelli
Este jueves terminó el juicio contra los tres ex operarios de OSSE y dos de ellos recibieron condenas y el otro fue absuelto. Uno de ellos, Víctor Alejandro Bustos, fue hallado culpable del delito de adulteración de agua potable, el mismo por el que enjuiciaron a los responsables de la Bodega Torraga, que en los años 90 causaron una veintena de muertes. Recibió una pena de tres años en suspenso y deberá pagar una multa de $20.000.
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Además de Bustos, el juez condenó a Víctor Hugo Godoy, el capataz que estaba esa noche a cargo del turno en la planta potabilizadora de Marquesado, por adulteración de documentos. Este hombre será el único en cumplir tiempo en el penal, ya que tenía una condena anterior de un año y tres meses por violencia de género, a la que se le sumarán los 8 meses de prisión que dictó el juez por haber falsificado las planillas, asegurando que el agua era segura cuando estaba contaminada.
El único que zafó de recibir una pena fue Fabián Ovejero, quien estaba acusado de ser cómplice de sus dos compañeros en el mismo delito que recibió Bustos, de adulteración de aguas. Además, lo habían señalado por ser el encargado de llenar las planillas con los datos de control de calidad de agua, pero la prueba grafológica demostró que fue Godoy el que escribió los datos falsos.
La de Víctor Alejandro Bustos es una condena histórica, ya que en la provincia no hay antecedentes cercanos de alguien a quien le hayan probado que afectó la calidad del agua, poniendo en riesgo la salud de la población. El único caso sanjuanino cercano es el de la bodega que hacía los vinos Cuyano y Mansero, que en el año 1993 se comprobó que habían cortado el producto con otro tipo de alcohol, provocando muertes y cuadros graves de intoxicación en todo el país.
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La fiscalía había pedido que se investigara por este mismo delito a los tres hombres, que estaban presentes en la planta de tratamiento de Marquesado el pasado 6 de diciembre cuando se mezcló el agua potable con barros con bacterias. Los investigadores entendían que los tres habían puesto en peligro la salud de la población esa madrugada, causando que bajara el nivel y también llegara agua contaminada a más de 50.000 hogares.
Los tres defensores plantearon estrategias distintas, intentando evitar que se los juzgara por contaminación de aguas, debido a su gravedad. En el caso de Godoy y Ovejero pidieron absolución de sus defendidos de todos los delitos. Pero Bustos aparecía en las cámaras de seguridad, por lo que los defensores apuntaban a que se considerara un error, incluso argumentaba que el operario tenía poca capacitación de parte de OSSE.
Finalmente, el juez condenó a Bustos por el delito más grave, entendiendo que abrió, conociendo el riesgo, la válvula de seguridad que solo se opera una vez al año cerca de la 1.30 de la madrugada. También quedó demostrado para el magistrado que Godoy falsificó los valores, dejando asentado que era agua segura cuando no era así. El día que ocurrieron los hechos, en medio de una ola de calor histórica, cerca de las 6 de la mañana comenzaron a llegar reclamos a OSSE de vecinos de Rivadavia, Rawson y Capital porque de sus canillas salía agua turbia y con mal olor.