Cuando peligra la salud mental por un nuevo confinamiento: qué hacer

El confinamiento agrega una “limitación más” a las dificultades de salud física o psíquica que podían tener algunas personas, previo al encierro. Por ejemplo, una persona que espera ser intervenida quirúrgicamente, cuya cirugía fue suspendida, o una persona que atraviesa una crisis existencial preexistente a la cuarentena, según lo que explicó el psicólogo Juan Manuel Villena (Mt. 1456) a DIARIO HUARPE. Para afrontar esto, el profesional dio algunos tips para saber qué nos pasa y unos consejos para afrontarlos. 

"La resonancias de una situación de encierro, pueden verse reflejadas de diversos modos e intensidades: en el plano de la salud física con diversos síntomas de malestar (de menor a mayor complejidad), en plano emocional (crisis de ansiedad y angustia, fobias, agravamiento de síntomas obsesivos, accesos de ira, entre otras), plano laboral (desde la pérdida efectiva de los ingresos hasta la incertidumbre de tener que “cambiar de rubro” y no saber cómo hacerlo) y en plano social-vincular ( pérdida del contacto presencial con familiares y allegados o, pérdida de la concurrencia a lugares de esparcimiento y recreación)", explicó Villena.

Como se ve, y a la vez suele escucharse, la cuarentena como medida sanitaria adoptada globalmente, trae aparejado para cada uno diversas situaciones de pérdidas. Es similar a un proceso de duelo, porque causa dolor, incertidumbre e impotencia. "En algunos casos las pérdidas podrán ser transitorias y en otros, definitivas. Lo concreto es que, al final de este proceso, las cosas no serán como antes. Habrá alguna ganancia al final de todo esto, pero cierta cuota de malestar resulta ineludible", añadió el profesional.

Respecto a cómo afecta esto a los niños y jóvenes, el profesional refirió: “El valor de los espacios recreativos y de encuentro es indiscutible. Todas las personas nos estructuramos psíquicamente en la relación con otros. En el caso de los niños, niñas y jóvenes, transitan una etapa fundamental de sus vidas, en la que: ir a un club para realizar deportes, reunirse para ensayar música, salir a dar paseos en bicicleta, o simplemente encontrarse en una plaza, funciona como un “contexto” para la interacción, el descubrimiento y un progresivo “apropiamiento” del mundo externo. Hasta el mes de febrero del pasado año, estos encuentros tenían una modalidad casi exclusiva: la presencial”.

"A propósito de la pérdida de estos encuentros presenciales, es que se revela posiblemente otra dimensión del “encuentro”. En este caso, gracias al recurso de la tecnología fue posible para muchos jóvenes “citarse” a través de plataformas de videollamadas, transmisiones en vivo vía streaming o juegos en red. Esta dimensión del encuentro, remota y menos ligada a la cercanía física, revela la importancia de la imagen, de la voz y las palabras, a la vez que también del espacio “virtual” creado para ser compartido", expresó después Villena.

“Aquí considero, podemos observar esa enorme capacidad del ser humano, para aprender a lidiar con la pérdida y recurrir a otras alternativas que hagan más soportable el sufrimiento”, indicó el psicólogo.

Respecto al papel de las redes sociales, el especialista dijo: “Las redes sociales cumplen un papel mucho más importante, es un ámbito social a gran escala desde hace unos años, es la nueva forma de enlazarse que tienen las personas. Es posible estar conectado con mucha gente con quien no se han compartido físicamente un encuentro previo, pero hay algo que liga a “amigos” o “seguidores” entre sí, que demuestra ser muy potente”.

Poder establecer lazos, enlazarse, es en esta época la novedosa forma de relacionarse, darse a conocer, divertirse y también, es necesario decirlo, en ocasiones es la forma de pedir ayuda de manera directa o indirecta, en situaciones de crisis. A través de las redes sociales, muchas personas logran expresar lo que sienten, lo que no se atreven a decir a familiares o allegados personalmente”.

“Lo que necesitamos las personas para aferrarnos a la vida es contar con otros, siempre son los que nos sostienen, porque de alguna manera, acreditan que existimos”, agregó el psicólogo. 

En este sentido, Villena comentó que quizás el mayor riesgo en situación de aislamiento estricto es quedar “confinados subjetivamente”, esto es: mantener encerrados algunos pensamientos, sentimientos y emociones propias, sin poder ser expresados, ser dichos y dirigidos a alguien que escuche (o que lea), y que acompañe a pensar. En ocasiones, en la vida, no podemos “leer” solos lo que nos ocurre, no podemos procesarlo y allí, muchas veces se ancla la angustia. La presencia (aún remota) de otro, puede abrir la posibilidad de encontrar nuevas y mejores alternativas ante las dificultades.

Para ello el psicólogo dio algunos consejos para afrontar la nueva cuarentena:

• . Mantener el contacto de forma remota con las personas más cercanas e importantes. 
• . No tener miedo de contar cómo nos sentimos, así sea, diciendo solamente: “Me siento mal”.
• . Saber que al vínculo construido con el otro no lo limita la distancia o la virtualidad. 
• . Mantener el tratamiento que haya sido emprendido previamente con algún profesional, aunque sea de manera virtual o remota. 
• .Si no se ha hecho el tratamiento, perder el temor y comunicarse con un profesional. 
• . A pesar de estar condicionados en nuestra libertad “de” (por ejemplo, circular, mantener reuniones sociales), saber que tenemos la libertad “para” elegir como afrontar de alguna forma los condicionamientos actuales.
• No es algo extraño sentirse frustrados cansados o sentirnos con el virus, contagiados.  A pesar de ello, buscar ayuda, cuidarte y cuidar a los demás no solo en la salud física si no en lo emocional. 
• "Recuerdo que el año pasado resonaron con fuerza las palabras del Papa Francisco, quien dijo: “nadie se salva solo”. Es por eso que, en este tiempo de pérdidas, aún podremos rescatar la capacidad de ser solidarios para salir adelante”, dijo Villena finalmente citando al Papa.