Judiciales > Juicio
Fotógrafo acusado de abuso: Fiscalía pedirá ocho años de cárcel
Cristian Molina se encuentra atravesando el juicio, acusado de abuso sexual por parte de dos víctimas que lo denunciaron ante la Justicia de San Juan. Fiscalía pretende pedir ocho años de cárcel en los alegatos.
Por Angel Ligorria
Esta semana inició el juicio contra Cristian Molina, el fotógrafo sanjuanino acusado de abuso sexual en perjuicio de dos mujeres que habían sido contactadas para hacer una sesión de fotos boudoir. Por los hechos denunciados en la UFI Cavig, Fiscalía adelantó que pretende una pena de ocho años de prisión. El aporte de los testigos que declararon hasta este jueves reveló una “teoría” o “modus operandi” que podría complicar la situación del acusado con la que supuestamente abordaba a sus víctimas.
TE PUEDE INTERESAR
Según el aporte de las fuentes calificadas del Ministerio Público Fiscal, el testimonio de los psicólogos de la UFI Cavig ha dado cuenta de que las chicas denunciantes presentaron indicadores de haber sufrido un hecho traumático de abuso sexual. Además, en el comienzo del debate oral y público, la joven que lo denunció por abuso sexual con acceso carnal fue la primera testigo y contó lo que le ocurrió. En ese sentido, la declaración de la denunciante fue larga y respondió a todas las preguntas que hicieron ambas partes.
“Tenía miedo, estaba sola, estaba con un ataque de pánico. Pensé en grabarlo, pero no sabía cómo iba a reaccionar, si me iba a golpear”, aseguró la denunciante ante el juez Federico Rodríguez.
Durante el juicio, que podría finalizar la próxima semana, se ha convocado un total de 35 testigos que aportaran sus testimonios para esclarecer el caso por el cual Molina, se encuentra acusado de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual simple. Esta segunda carátula se debe a que la otra víctima denunciante había indicado que solo sufrió un manoseo y no hubo penetración.
Por otro lado, hasta el momento el testimonio aportado por otras testigos que no han sido abusadas reveló una conducta repetitiva en Molina. Al parecer el fotógrafo las contactaba por las redes sociales y les manifestaba la sesión de fotos que quería hacer. Aquellas que accedían a las fotos boudoir aseveraron sentir una incomodidad ante la “intensidad” que mostraba el fotógrafo mientras capturaba las imágenes. Es decir, que su supuesta forma de atacar fue siempre la misma. La chica iba al hotel alojamiento para hacer imágenes y Molina, aprovechando su profesión de fotógrafo, las intentaba ultrajar sexualmente.