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Historias de amor y recuerdos en cabalgata de la Difunta

Aquí el relato de una madre orgullosa y una pareja enamorada que participaron de la 31º edición del festejo gaucho. 

02 de abril de 2022

En esta 31º edición de la Cabalgata a la Difunta Correa más de 5.000 jinetes peregrinaron de a caballo hasta el oratorio ubicado en Vallecito. Entre los miles de rostros que se sucedían en la marea humana que iba ascendiendo hasta llegar al oratorio, abundaron las historias de fe, los pedidos de algún favor y las manifestaciones de amor. 

Los fotógrafos de este diario detectaron detectó dos momentos exactos en los que la gente no dudo en demostrar el amor que se profesan. La primera de las historias es la de una madre que se apostó a la vera de la ruta para brindarle apoyo a su hijo. La segunda historia es la de una joven pareja que se demostraba su amor en plana marcha de la cabalgata. 

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Amor de madre

El calor se siente a la vera de la ruta, el impiadoso sol hace transpirar a todos. En este lugar, a pocos metros del ingreso al Paraje de la Difunta Correa espera ansiosa Alicia Villarroel. 

La mujer sostiene un cartón en el que se lee la leyenda "Bienvenido Popo, El Mangrullo", acompañado de un dibujo de la Bandera Nacional. La mujer contó que su hijo pertenece a la Agrupación El Mangrullo y que venía haciendo la travesía de 60 kilómetros a bordo de un sulky. 

Alicia contó que su hijo tiene 25 años, se llama Paulo Rivero, "pero todos le dicen Popo", aseguró sonriente. Hace 9 años que este muchacho hace la Cabalgata. "Antes venía con su abuelo, mi padre, pero él ya no está con nosotros, este año él vino solo", aseguró la mujer con los ojos brillantes por la emoción contenida. 

"Mi papá venía de Ullum, le gustaba mucho participar de la cabalgata, ahora mi hijo sigue esta tradición que no se va a perder y eso es un orgullo", dijo Alicia mientras miraba a la ruta esperando que apareciera Paulo. 

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Amor que se demuestra

Iban rodeados de miles de personas de a caballo, todos charlaban entre sí, la gente del costado de la ruta los aplaudía y de fondo se escuchaba el incesante sonido de los cascos de los caballos, en medio de todo este panorama estaban ellos, una pareja de jovencitos que venían a bordo de un sulky, abrazados y besándose. 

  

Ella se llama Juliana Gómez y tiene 17 años, él es Jonathan Castro y tiene 19 hace tres años que son novios. El muchacho contó que hace muchos años que se suma a la cabalgata, pero esta era la primera vez que Juliana se animaba a hacer la travesía.

"Me gustó mucho la experiencia, es algo es hermoso, yo soy devota de la Difunta, vengo a pedirle por Salud para todos", aseguró la muchacha. 

La Cabalgata de la Fe

 

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