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La inteligencia artificial revoluciona el comercio electrónico y redefine las compras online
Cada vez más consumidores confían en chatbots para buscar, comparar y adquirir productos, impulsando una transformación profunda en el comercio digital hacia 2030.
POR REDACCIÓN
La inteligencia artificial (IA) está modificando aceleradamente la forma en que los consumidores realizan sus compras por internet. Actualmente, una creciente cantidad de usuarios delega en chatbots gran parte del proceso de adquisición, desde la búsqueda y comparación hasta la compra directa de productos.
Esta tendencia se intensifica en temporadas de alta demanda, como las fiestas, cuando muchos prefieren que asistentes automatizados seleccionen y concreten sus compras. Los chatbots funcionan como “personal shoppers”, escuchando las necesidades del usuario, generando recomendaciones personalizadas y ayudando a comparar las distintas opciones disponibles.
Un estudio de Shopify revela que especialmente los jóvenes de entre 18 y 24 años en países desarrollados planean utilizar la IA para facilitar sus compras online, evidenciando un cambio generacional en el comportamiento del consumidor.
Investigaciones de McKinsey destacan que el asesoramiento para compras a través de IA se ha convertido en uno de los principales motivos de interacción con estas tecnologías, solo superado por la búsqueda de información general. Se estima que para 2030, entre 3 y 5 billones de dólares en transacciones globales podrían realizarse mediante agentes inteligentes.
Empresas tecnológicas y plataformas de comercio electrónico están apostando fuertemente a esta transformación. Por ejemplo, OpenAI ha firmado acuerdos con marketplaces como Etsy y Shopify para habilitar ventas a través de su chatbot. Google, por su parte, desarrolla funciones que permiten a sus sistemas de IA consultar inventarios, monitorear precios y concretar compras en nombre del usuario.
No obstante, algunos grandes retailers, como Amazon, se muestran reticentes a estos cambios. Han bloqueado la recolección de datos por parte de agentes externos y han iniciado acciones legales contra algunos, argumentando que estas interacciones no son verdaderamente humanas y generan imprecisiones en la información de precios y entregas.
En paralelo, numerosas marcas y cadenas están desarrollando sus propios asistentes con IA, integrando datos internos para ofrecer experiencias más personalizadas. Esto refleja el desafío tecnológico y estratégico que implica combinar agentes externos con sistemas propios de comercio electrónico.
Mientras la inteligencia artificial reorganiza las compras online, las tiendas físicas mantienen su relevancia gracias a la interacción humana y la posibilidad de probar productos antes de comprarlos, una preferencia que continúa vigente para muchos consumidores.