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La gastronomía será uno de los mayores atractivos de la Fiesta de las Colectividades

POR REDACCIÓN

04 de noviembre de 2019
Desde las conocidas feijoadas, sopas paraguayas, paellas o anticuchos, pasando por los no tanto chucrut, goulash y knishes, hasta los menos habituales tempura, suya y souvlaki, la oferta gastronómica será como cada año uno de los atractivos de mayor interés del público en la Fiesta de las Colectividades de Rosario. Las cerca de 50 colectividades participantes ofrecerán sus platos centrales, postres y bebidas, durante 10 jornadas, lo que será una buena excusa para los turistas que quieran extender su paso por la ciudad y quieran probar todas esas delicias. Algunos países estarán representados por más de una cocina, como España, que contará con paellas de Andalucía y de Cataluña, tapas de Murcia, mallorquinas de las Baleares, tortillas de Galicia y Navarra y los chorizos encamisados de La Rioja, entre otros. También Italia ofrecerá variedades de acuerdo a sus regiones de donde provienen los inmigrantes en Rosario, como la lasagna de la sicialiana Alcara Li Fusi y variadas pizzas, representadas por la sfogliata, de Lazio, o la de Calabria. Algunos platos representan a culturas, como el shawarma, que será central en todas las comunidades con origen árabe, como Líbano, Palestina, Yemen, Irak, Siria y aún los persas de Irán. Los vecinos latinoamericanos dirán presente con la feijoada brasileña, el pique a lo macho boliviano, los anticuchos y ceviches peruanos, la sopa paraguaya, el congrí cubano y el fritay de Haití. Alemania, Austria. Eslovenia y Croacia dirán presente con el chucrut, Polina con el Pierogi y Checoslovaquia con su goulash con spetzle, mientras Rusia, Ucrania y Bielorrusia ofrecerán el kievskie kotliéty, que en Argentina se conoce como pollo a la kiev. Isarel tendrá como plato fuerte los knishes, Grecia los souvlakis y musakas; Japón, tempura, con manju de postre y sake, y el grupo de países africanos (Ghana, Níger, Nigeria, Liberia, Marruecos), suya y como postre, mandazi. La tentación por lo conocido o la curiosidad por lo exótico, de parte del casi millón de personas que se esperan para la fiesta, garantizan una gran demanda de toda la producción culinaria de estas comunidades inmigrantes, según los organizadores
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