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La historia de Ausonia, el club solo para italianos que hoy es para todos los sanjuaninos

El paso a paso de una de las instituciones más importantes que funciona en la provincia. 

13 de junio de 2022

Durante las últimas décadas del siglo XIX, un grupo de italianos decidió conformar una asociación para ayudarse entre sí, entre quienes llegaban a continente americano sin apoyo ni mucha idea de cómo continuar una vida truncada. Años más tarde, hicieron lo propio las mujeres provenientes de Italia con el fin de respaldarse entre ellas. Estas dos sociedades fueron la semilla de lo que hoy es Ausonia Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Instrucción y Deportes. Semilla que antes fue solo de y para italianos, pero fruto que actualmente es para todos los sanjuaninos. En el marco del  460 aniversario de la fundación de San Juan, DIARIO HUARPE quiso reconstruir la historia de esta institución de renombre en la provincia.

El escudo de Ausonia, con el chalet como símbolo. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Para lograr este objetivo, estuvo en la sede actual junto con su presidente, Fabio Benedetti y la secretaria de la comisión directiva, Myrna Blanch, quienes resumieron en pocos minutos una historia que tiene más de 100 años, desde que se juntaron los primeros italianos en San Juan y, cerca de 60 con la personería de Ausonia Sociedad de Socorros Mutuos Instrucción. En este sentido, comentaron que, hasta 1964, las mujeres y los hombres que provenían de Italia estaban separados en la organización. Es que, como se planteó anteriormente, en 1882 un grupo de varones fundó la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos. Ocho años después, en 1890, un grupo de italianas conformaron Ausonia Sociedad Femenil de Ayuda Mutua. ¿Por qué Ausonia?  Porque según dicen, este habría sido uno de los primeros nombres de lo que hoy es el país europeo.

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Myrna y Fabio, que forman parte de la comisión directiva de Ausonia. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Ambas sociedades funcionaron de manera separada, pero debido al terremoto de 1944 y la destrucción de sus respectivas sedes, decidieron en 1964 aunarse y conformar Ausonia Sociedad de Socorros Mutuos Instrucción. Sin lugar propio donde desarrollar sus actividades, fueron juntándose en casa de diferentes miembros. Inevitablemente, surgió la necesidad de tener un lugar propio. Había varias opciones y una de ellas, era un chalet ubicado en cercanía del casco central de la provincia. Era el chalet de Bartolomé Del Bono, cuyos descendientes ofrecieron la estancia a un módico precio, siempre y cuando fuese para una agrupación que agrupe a los ciudadanos de su querida Italia. 

Fue puntualmente Juan del Bono, quien ofreció el chalet que su padre edificó en 1909 para convertirlo en su estancia familiar. La construcción que combina perfectamente la arquitectura italiana, con detalles ingleses y de toda Europa. El precio, $2.000.000 en moneda nacional. La única condición, mantener la estructura y sus interiores tal cual estaban. Mientras que las otras dos opciones resultaban caras y demoraban demasiado tiempo, comprar la propiedad de los Del Bono parecía ser la mejor opción. Con 88 votos a favor y 12 en contra, Ausonia decidió que su nueva sede sea una de las únicas construcciones que se mantuvo de pie después del movimiento sísmico.

La pileta, símbolo del deporte en Ausonia. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Cuatro años más tarde de la primera intención, precisamente un 9 de julio de 1968 se firma la escritura del Chalet de la familia Del Bono a favor de Ausonia. Histórico por lo que significaba para la provincia e histórico por ser una de las únicas edificaciones que recordaba al viejo San Juan. Mientras tanto, aquel club que fue tan exclusivo para italianos, empezaba a ser un poco de todos los sanjuaninos. 

Dos años más tarde, aproximadamente entre 1971 y 1972, se agregó al nombre Ausonia Sociedad de Socorros Mutuos Instrucción "y Deportes", con la intención de comenzar a transformar ese club que en un principio era para ayudarse mutuamente entre italianos, en un sitio donde los socios y sus hijos pudiera realizar deportes. De esta manera es como quedó el nombre actual de Ausonia: "Ausonia Sociedad de Socorros Mutuos Instrucción y Deportes". 

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La idea del deporte conformó un sello distinguido de la institución y hay 17 disciplinas disponibles: fútbol, natación, tenis, vóley, zumba, ritmos urbanos, básquet, entre otros.

En relación a la composición de la masa societaria, según comentó Benedetti, en sus principios la asociación estaba muy cerrada hacia el círculo de italianos, ya que la idea era sostener y multiplicar las costumbres de su país. Sin embargo, con el correr de los años esto fue cambiando y ahora hay miembros de la comisión directiva que son descendientes de españoles.

El chalet

El chalet se convirtió en un símbolo de Ausonia, ya que adentro se realizaban festividades como casamientos o cumpleaños de 15. Pero detrás de esta construcción, que se mantiene en pie después de 117 años de edificada, existe una historia. El primero de los Del Bono que llegó a San Juan fue Giuseppe (conocido como Don Juan), quien quedó admirado con el futuro prometedor de la provincia referido a la agricultura. Trajo a toda su familia que lo estaba esperando en la provincia de Buenos Aires, entre ellos su hijo Bartolomé Del Bono, quien fue unos años más tarde el ideólogo del chalet. 

La sala y la antesala hoy funcionan como un solo ambiente. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Bartolomé se casó con Enriqueta Lanteri y tuvo cuatro hijos: Juan, Dora, Walter y Tulio. Gracias al trabajo vitivinícola, construyó el lujoso chalet que hoy es característico de la provincia. Cuenta con un comedor principal con una mesa larga de 18 sillas para los invitados y una sala con una antesala con una amplia iluminación y decoración en color dorado. Toda la propiedad estaba destinada a las visitas sociales que recibía la familia. 

La mesa central. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Además, el chalet con un patio central que tiene una distinguida fuente, cinco habitaciones, dos baños y dos galerías. Sin contar todas las salas de servicio, donde vivía la gente que trabajaba en esas tareas. 

La fuente que se encuentra en el medio del patio central. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

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