La inflación en agosto fue del 4,2% y la interanual alcanzó el 236,7%

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de agosto, que registró un aumento del 4,2%. Este resultado se encuentra alineado con las estimaciones de consultoras privadas y analistas de mercado, que proyectaban una inflación cercana al 4%. Con este dato, la inflación interanual escaló al 236,7%, consolidando una tendencia a la desaceleración en comparación con meses anteriores, pero sin una reducción significativa en el ritmo de aumento de los precios.

El incremento del 4,2% en agosto representa un leve repunte respecto al mes de julio, cuando la inflación fue del 4%. A pesar de las expectativas iniciales de una desaceleración más pronunciada, los precios continúan mostrando resistencia a la baja, con sectores como alimentos y bebidas siendo los principales responsables de esta dinámica. Según el relevamiento de la consultora EcoGO, este sector experimentó una suba del 3,8%, cifra que se alinea con las estimaciones de Orlando Ferreres & Asociados y C&T, que también situaron el aumento en torno al 4%.

Uno de los factores que dificultó una baja más rápida de la inflación es el comportamiento de los precios regulados. Aunque estos registraron ajustes menores en los últimos meses, continúan siendo un ancla inflacionaria. El presidente del Banco Central, Vladimir Werning, adelantó que en septiembre se esperaba un registro cercano al 3,5%, favorecido por la reducción del impuesto PAIS en 10 puntos porcentuales. Sin embargo, esta medida no fue suficiente para acelerar una desaceleración significativa.

El sector de alimentos y bebidas sigue siendo uno de los principales motores de la inflación. Las presiones sobre los precios en este sector responden tanto a factores internos, como el incremento en los costos de producción, como a elementos externos, incluyendo las fluctuaciones en los precios de las materias primas y condiciones climáticas que afectan las cosechas.

Desde el Ministerio de Economía, el ministro Luis Caputo reconoció que la inflación “todavía no cede al ritmo esperado” y subrayó que la política de “emisión cero”, junto con la baja progresiva del impuesto PAIS, contribuirán a estabilizar los precios en los próximos meses. “Estamos trabajando para lograr una convergencia inflacionaria hacia la meta cambiaria, lo cual nos permitirá eliminar las restricciones cambiarias de manera definitiva”, sostuvo en una reciente entrevista radial.

El informe del Indec también reflejó incrementos en otros sectores clave. Vivienda y servicios registraron subas significativas, impulsadas por los aumentos en alquileres y servicios públicos. En tanto, el rubro de indumentaria, que mostró fuertes aumentos en meses previos, también experimentó un alza, aunque más moderada en comparación con los meses anteriores, en parte debido a la entrada de la temporada de primavera-verano.

“La división de mayor aumento en el mes fue vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (7,0%) por las subas en alquiler de la vivienda y gastos conexos, suministro de agua y electricidad, gas y otros combustibles. Le siguieron educación (6,6%) por el alza en los distintos niveles y tipos de enseñanza; y transporte (5,1%) por los incrementos en el transporte público”, señaló el informe del Indec.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno para desacelerar la inflación, las proyecciones más conservadoras, tanto de economistas privados como del Banco Central, indican que la inflación mensual podría mantenerse entre el 3,5% y el 4% en los próximos meses. Esto deja poco margen para una reducción abrupta de los precios, aunque las autoridades económicas confían en que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual cerrará 2024 con una variación cercana al 130%, como se anticipa en el proyecto de Presupuesto que será enviado al Congreso.

El ministro Caputo destacó que la eliminación del impuesto PAIS, programada para diciembre de 2024, será un factor clave para reducir la presión inflacionaria de cara al año 2025. Esta medida, en conjunto con la política de emisión cero y un control estricto sobre el gasto público, debería permitir que el ritmo inflacionario converja a niveles más bajos en el mediano plazo.

Sin embargo, los analistas advierten que la inflación sigue estando impulsada por expectativas desancladas, es decir, que las empresas realizan ajustes preventivos de precios debido a la incertidumbre cambiaria y fiscal. Esto se refleja, principalmente, en sectores como alimentos y bebidas, que continúan resistiendo una desaceleración significativa. Las consultoras privadas han resaltado que, si bien se ha visto una ligera moderación en los precios, la inflación aún está lejos de ceder al ritmo necesario para una estabilización total en el corto plazo.

Por su parte, el Banco Central mantiene sus expectativas de que las políticas de ajuste y control fiscal, combinadas con la reducción de impuestos, eventualmente surtirán efecto, permitiendo que la inflación retome un camino descendente a medida que avanzan los meses.