La Justicia sobreseyó a Laura Galván y a los dos médicos ligados al vuelo sanitario

Pasaron ocho meses desde que las autoridades del Ministerio de Salud Pública denunciaron formalmente a la doctora Laura Galván, cuarto caso de coronavirus, por haber violado los protocolos sanitarios para visitar a su hermano, tercer caso, que estaba internado en el área crítica dentro del Hospital Guillermo Rawson.

La causa tomó relevancia no tan solo por ese detalle sino que con el transcurso de la investigación descubrieron una charla informal que tuvo Galván con Rosa Contreras, jefa de Infectología del Hospital Marcial Quiroga, donde le pedía que convenciera a Javier Porras, coordinador de Vuelos Sanitarios, para trasladar a su hermano desde el Hospital de Malvinas Argentinas, en Buenos Aires, hacia San Juan.

Sin embargo, el juez Alberto Caballero, titular del Primer Juzgado Correccional, determinó en una resolución el sobreseimiento de Galván y los otros dos profesionales. “No hay delito”, dijo el magistrado en diálogo con DIARIO HUARPE.

El juez Alberto Caballero, titular del Primer Juzgado Correccional. Foto: gentileza Telesol Diario.

En la causa se señala que la doctora estaba siendo investigada por los delitos contenidos en los artículos 203, 205 y 248 del Código Penal. Los mismos estaban relacionados con un perjuicio a la administración pública provincial y la salud en general.

“Habiéndose producido la totalidad de los elementos de prueba, me permiten arribar al dictado de un pronunciamiento definitivo que desde ya anticipo resulta desincriminante en torno a la imputación formulada a la imputada”, sostuvo el magistrado en la resolución. “Hay una atipicidad en los hechos traídos bajo la investigación”, consideró.

El juez indicó que el accionar de Galván por haber supuestamente violado los protocolos dentro del hospital con un ‘ejercicio abusivo de potestades’ le parece propicio que siga la vía administrativa. Caballero argumentó que es algo “extrapenal” y responde a una medida impuesta en la órbita hospitalaria.

“La conducta exteriorizada por la imputada Galván podrá resultar típica en la esfera del derecho administrativo, pero resulta claramente atípica en torno al delito contenido en el artículo 205 del Código Penal”, explicó Caballero.

“Una conclusión distinta violentaría el principio de legalidad lesionando el principio de taxatividad que apunta a que las conductas y sus penas se encuentren suficientemente precisas como para brindar seguridad al ciudadano”, agregó.

Con respecto al punto sobre el uso del avión sanitario, Caballero entendió que “a diferencia de lo que indica la acusación, no se presenta como una disposición irregular de bienes y recursos de la Administración Pública Provincial dado que el traslado tuvo como propósito, en primer término, la asistencia del paciente por razones sanitarias y humanitarias”.

Por ese motivo, Caballero decidió el sobreseimiento de Galván y de los dos médicos involucrados. Dejó atrás la posible etapa de indagatoria que podían haberse iniciado en el supuesto de que el magistrado le hubiera hecho lugar a la denuncia presentada. 

La causa

Todo comenzó el 4 de mayo, cerca de las 19.30, cuando el vuelo sanitario trasladó a Heber Galván, hermano de la médica, hacia San Juan. El hombre venía con una neumonía aguda, aunque con tres PCR negativas de coronavirus. Sin embargo, al llegar a la provincia su hermana le consiguió una cama en la terapia intensiva del tercer piso del Hospital Guillermo Rawson.

Según los dichos del jefe de servicio, Galván solicito al jefe de residentes, José Fernández, que le "guarde una cama" para su hermano, según consta en la causa. Sin embargo, en la copia de descargo del jefe de servicio negó estar notificado de la situación al igual que el jefe de sala, Miguel Quiroga Barragán.

Al día siguiente Heber recibió atención en ese nosocomio capitalino. El 7 de mayo, Laura Galván ingresó a verlo. Ahí es cuando señalaron desde Salud Pública que lo hizo sin orden médica ni tampoco con los recaudos pertinentes. La profesional si bien cumplía servicio en esa dependencia lo hacía en el área clínica, no crítica. La certificación de ese incumplimiento pasó por la supervisora de Enfermería, Luisa Emilia Ortiz.

En la causa figura también que Ortiz dijo que en la noche de esa misma jornada, Galván volvió a ingresar a la internación y controló el drenaje que su hermano tenía en el pulmón para luego acompañarlo hacia el baño.

Todo tuvo un giro cuando el 17 de mayo Galván quedó internada en el Rawson con coronavirus. Ahí es cuando las autoridades evidenciaron una supuesta falta de los protocolos que culminaron con el contagio.

El Ministerio Público Fiscal inició dos allanamientos para recabar datos de la médica. Eso fue el 18 de mayo mientras que tres días después, por un entrecruzamiento telefónico, fueron por Porras y Contreras. Ambos quedaron demoraros en la Central de Policía.