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El Cronista > Santiago del Estero

La última carta que se jugó Sergio Massa antes del debate presidencial

Sergio Massa está convencido de que puede ganar votos en el debate de este domingo. Ensayos estrategias y ¿revelaciones?

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

Sergio Massa llega al debate tras tres actos masivos en su haber. Fuente: prensa Sergio Massa

Sergio Massa tuvo que prepararse para lo obvio: la inflación, el 40% de pobreza y seguramente las críticas que escuchará de parte de la oposición por las medidas de los últimos 15 días que para él son un alivio para los argentinos y para sus adversarios un agujero negro en la economía.

 

En la previa del primer debate presidencial, antes de viajar a Santiago del Estero, envió un mensaje a dirigentes y militantes. Contra los pronósticos de analistas en comunicación y política el candidato a presidente de Unión por la Patria cree que en esta instancia se pueden definir los indecisos.

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Así lo dijo en un audio al que tuvo acceso El Cronista. El mensaje arranca con un agradecimiento "porque me bancan en cada momento". Tras tres actos masivos, uno en Neuquén, otro en Ensenada y el viernes último frente al Congreso, señala que "sé que estos días se movieron mucho, que ayudaron a que todo lo que estamos logrando se esté multiplicando en visualizaciones para que el país se entere o pueda verlo".

El objetivo del mensaje es pedir que lo acompañen durante el debate. "Pongamos toda la fuerza" les pide y recuerda que la transmisión será a partir de las 9 de la noche. "Trabajemos para que a la Argentina le vaya bien y para que quede claro y podamos dejar claras nuestras verdades en el debate, desde las redes, desde las básicas desde el lugar que lo quieran ver", cierra los diez segundos de grabación que acompaña con un flyer de invitación y los hashtag #MassaPresidente y #Debate2023.

Para el equipo de Massa lo importante es lo que se diga durante el intercambio pero también las conversaciones sobre el evento. Definen al primer debate como un paso "muy importante" porque creen que "es una instancia donde muchos argentinos y argentinas van a decidir su voto".

No todos los consultores coinciden, pero Massa sabe que en cada aparición se juega mucho y que todos los candidatos corren riesgos aún en formatos tan estructurados.

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Sin machetes pero con sorpresa  

Su propio equipo impulsó el desacartonamiento del debate. Representado por Santiago García Vázquez y el vicejefe de gabinete Juan Manuel Olmos, en las instancias previas propusieron que haya participación ciudadana y que sea más dinámico y atractivo para el televidente. Coincidió con ellos Santiago Caputo que negoció las reglas por La Libertad Avanza junto a Karina Milei en nombre de su hermano Javier Milei.

Massa llega con la voz gastada de tanto subir el tono en los actos, pero con 15 días sobre las espaldas en las que logró la unidad y acompañamiento de todas las tribus de Unión por la Patria y del amplio arco sindical.  

El kirchnerismo apostó a actos masivos en la semana previa al debate para salir a militar por Massa-Kicillof.

Como están prohibidos los machetes y la cartelería se prepara datos de memoria sobre los beneficiarios de la artillería que lanzó en las últimas semanas, entre ellas la devolución del IVA que hasta este sábado alcanzó a 13.794.591 personas por un total de $ 21.300 millones. La quita de Ganancias a la cuarta categoría, además con la ley ya aprobada, es su promesa cumplida a los trabajadores, pero un arma de doble filo con la que Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Juan Schiaretti (Hacemos por la Patria) lo podrán confrontar. Los representantes de ambos en el Congreso votaron en contra. En cambio Milei, junto a Victoria Villarruel y Carolina Píparo votaron a favor porque están en contra de toda carga impositiva.

Massa sabe además que siempre ayuda algún golpe de efecto En la previa dejó correr la versión respecto a un anuncio en medio del debate. Probablemente, diga que Leonardo Madcur será el presidente del Banco Central en caso de que gane la elección. Ya dio sobradas muestras de sus diferencias con Miguel Pesce a quien esta semana le hizo retrotraer una medida sobre las billeteras virtuales.

¿Dirá el nombre del ministro de Economía o dirá como Néstor Kirchner que él tendría el poder sobre esa área? Sus visitas de esta semana a Roberto Lavagna fueron sugestivas. O fue a tentarlo con un cargo o fue a consultarlo por el debate.

Lavagna siempre estuvo a disposición y nunca dejaron de hablar. Además su hijo Marcos Lavagna es uno de los hombres más cercanos a Massa, titular del Indec y asesor full time.

Otros tiempos en el fuerte vínculo de Massa y Lavagna, ¿volverán?)

Desde el inicio del gobierno del Frente de Todos el exministro de Economía y ex candidato a presidente bajó el perfil, pero siguió conversando no solo con el presidente Alberto Fernández sino también con Massa. Nunca aceptó un cargo y varias veces a través de las redes sociales hizo algún llamado de atención sobre decisiones del Gobierno. Ha pedido moderación en la política y límites a la injerencia del Poder Legislativo sobre la Justicia. Ha mostrado gestos públicos de cercanía a Florencio Randazzo, hoy compañero de fórmula de Schiaretti, pero también ha hablado en contra de los intereses que se paga por la deuda al FMI para defender el gasto social.

Otro economista que sorprendió esta semana fue Martín Redrado que se sumó a los equipos de Horacio Rodríguez Larreta, tuvo roces con Massa y acaba de decir que "no tenemos riesgo de hiperinflación".

Las reglas que se autoimpuso Massa

Massa se autoimpuso reglas: no atacar a Javier Milei ni a sus votantes y hablar del futuro y de los hijos

Massa dio muchas pistas con sus apariciones públicas de los últimos días sobre su rol. Hace equilibrio entre las responsabilidades del Gobierno en general y las suyas desde que asumió en Economía. En ese sentido admitió que con su equipo de debate, liderado por el catalán Antoni Gutiérrez Rubí, define cuándo se defiende y cuando ataca.

Le advierten, y lo toma, sobre un ataque ‘cuidado'. Más allá del reglamento del debate el candidato de UxP tiene sus propias reglas. La primera es no apuntarle en lo personal a Milei ni a su electorado. Reconoce la frustración de una gran parte del electorado que incluso en 2019 votó al Frente de Todos. Por eso dejó de hablar de los perros del otro candidato.

"Voy a tratar de ser concreto en los temas que más nos preocupan, en materia económica y educativa, que son los dos temas que están planteados como el eje del debate", le respondió Massa a Alejandro Fantino, entrevistador favorito de Milei.

Massa buscará además mostrar sus propios atributos. Ya hace tiempo desempolvó su viejo traje de intendente de Tigre y las estadísticas de baja del delito en aquella gestión. Hay que reconocerle que fue el primero en impulsar el uso de cámaras de vigilancia en la vía pública. 

Hablará también del crecimiento a base de la exportación del trabajo argentino, la apertura de nuevos mercados como un eje a futuro. Y volverá a convocar a un gobierno de unidad nacional a contramano de las propuestas antipolítica de Milei y en parte de Bullrich que promueve eliminar al kirchnerismo. "No es eliminando al otro en un conflicto y crisis la salida" repite el equipo massista.

En el acto sindical por Ganancias Massa volvió a convocar a un gobierno de unidad nacional.

En los ensayos buscó dejar un mensaje subliminal. Sin nombrar a Alberto Fernández ni sus conflictos con Cristina Kirchner, quiere mostrar cómo ejerce el poder y su firmeza, una cualidad que le reconoce a sus dos principales adversarios. En cambio, quiere dejar claro, que además de firmeza él es apto al diálogo y a la búsqueda de consenso.

Como viene haciendo desde hace tiempo se ubica en la pelea por el primer puesto. Aunque el formato obliga a un cabeza a cabeza con los otros cuatro candidatos y Bullrich buscará acorralarlo, Massa insiste polarizar con el libertario. 

 

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