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Opinión

Las rosas de las hadas.

En un lugar, que no es muy lejano, existe un pueblo donde las casas siempre tienen flores. Hay música, cuando el viento canta entre los árboles, el agua ríe y canta. Allí viven las hadas y los duendes.

Son amigos del Ratón Pérez el de los dientes; le ayudan a Papá Noel en Navidad y a los tres Reyes Magos en enero, dándole de comer a los renos y camellos. Preparando el trineo.

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Todos trabajan día y noche, a toda hora y cada minuto. Ya te conté lo que hacen las hadas cuando forman el arco iris.

Entonces... Entonces te sigo contado un hada muy cansada, se quedó dormida entre los pétalos de una rosa. Aquí en un parque, por allí pasaba una nena con su mamá. La nena se acercó al Rosal, allí vio un pequeño ser, que dormía.

La mamá no creía en las hadas, pero la niña le obligó a llegar al Rosal. Asombrada la señora no podía creerlo, pero en ese mismo momento el hada desapareció.

La señora trató de explicarlo de todas maneras posibles.

Cuando llegaron a su casa, la niña corrió a contarle a su abuelo, que era don Zenón; el abuelito le tomo la manita y le dijo: “es verdad lo que viste, pero a ellos sólo lo ven los niños porque creen, recuerda que Peter Pan; decía que cuando no se cree muere un hada. Sí existen, pero sólo pueden verlos los niños y personas que creen en ellas”.

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¿Y tú crees ...? ¡¡¡YO sí!!!

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