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El arbolado público de San Juan atraviesa una crisis silenciosa
La directora de Arbolado Urbano, Cecilia Peñalva, habló con DIARIO HUARPE y confirmó el preocupante estado del arbolado público provincial.
En diálogo con DIARIO HUARPE Cecilia Peñalva, directora de Arbolado Urbano de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan, afirmó sin rodeos: “La situación es crítica”, y es que la sequía prolongada que arrastra la provincia desde hace años, combinada con la escasez de agua superficial y el alarmante descenso de las aguas subterráneas, está dejando una marca visible en la superficie: árboles secos por doquier.
"El panorama es más evidente en algunas zonas. Zonda, por ejemplo, es el departamento más afectado, aunque no el único", dijo la funcionaria. “En áreas del Gran San Juan también se está viendo lo que se conoce como estrés mortal en muchos ejemplares, especialmente en los más grandes y longevos, como los eucaliptus”, explicó Peñalva.
Cada departamento enfrenta su propia realidad. Mientras algunos han logrado adaptar y mejorar sus sistemas de riego, otros, simplemente, no cuentan con una red de distribución que garantice el suministro mínimo de agua que los árboles necesitan para sobrevivir.
Árboles secos sin función ecológica… ni presupuesto para erradicarlos
Peñalva fue clara: “El árbol seco no cumple ninguna función en el ecosistema y, en ciertos casos, puede convertirse en un peligro”. Esto se observa con frecuencia en departamentos como Zonda, Rivadavia, Capital y otros donde la caída de ramas secas ya ha causado preocupación.
Pese a esta problemática, la erradicación de estos árboles no se da con la rapidez deseada. ¿El motivo? Los altos costos que se deben pagar erradicarlos. “Lamentablemente, muchos de estos ejemplares no se extraen por falta de presupuesto. Y eso agrava la situación”, reconoció Peñalva.
Actualmente, en los presupuestos municipales hay una prioridad clara: analizar y planificar la remoción de árboles secos. Pero, el desafío de la actualidad económica limita seriamente lo que se puede ejecutar en el terreno.
"Estamos analizando esta realidad y a la par trabajando en un proyecto que pueda ayudar a solucionar este problema en los departamentos de la provincia", aseguró la funcionaria.
Reforestación: una estrategia que crece, pero depende del agua
El último relevamiento del arbolado público se realizó en 2022 (San Juan perdió 3.000 árboles en una década) y, según las autoridades, no habrá uno nuevo hasta dentro de unos años. “Estimamos que los datos no han variado drásticamente, porque si bien algunos árboles pueden haberse secado en estos años, también venimos trabajando en la reforestación de forma activa”, explicó la directora.
Según Peñalva, en 2024 se plantaron 5.753 ejemplares en toda la provincia, y la proyección para 2025 apunta a mantener —o incluso superar— esa cifra. Para ello, ya se abrió la convocatoria para que municipios e instituciones presenten sus proyectos de forestación. Las propuestas que garanticen riego y mantenimiento tendrán prioridad.
“El recurso árbol está disponible para ampliar las zonas verdes, pero la habilitación depende directamente de que se garantice agua y cuidado. Muchas veces hay entusiasmo por forestar, pero no se planifica cómo se va a regar y mantener esos árboles”, advirtió Peñalva.
Un plan forestal condicionado
El Plan Forestal 2025, en desarrollo, busca reforzar la estrategia provincial con un enfoque sustentable. Durante el ciclo anterior, se distribuyeron más de 5.700 árboles a municipios y 264 a instituciones, con un seguimiento técnico posterior que definió nuevas entregas según el compromiso demostrado.
El objetivo del nuevo plan es aumentar progresivamente la cantidad de ejemplares por proyecto, fomentando una política verde a largo plazo. Pero el condicionante es claro: sin agua y compromiso de mantenimiento, no hay forestación posible.
“Los árboles son aliados indispensables en la lucha contra el cambio climático, pero su cuidado requiere compromiso sostenido. No basta con plantarlos: hay que asegurarse de que puedan crecer y cumplir su función”, dijo la funcionaria.
Restauración ambiental, un compromiso compartido
A pesar de las dificultades que atraviesa hoy la provincia, el trabajo articulado entre la dirección de Arbolado Urbano de la Secretaría de Ambiente, los municipios y distintas instituciones está permitiendo sostener una política activa de reforestación. La experiencia de 2024 marcó un precedente positivo, pero también dejó lecciones clave: no hay acción ambiental sin planificación y recursos.
La crisis del arbolado público en San Juan refleja una problemática estructural que exige respuestas urgentes, pero también estratégicas.
Mientras los árboles secos se multiplican en las veredas sanjuaninas, la esperanza se planta —literalmente— en cada nuevo ejemplar que encuentra tierra, agua y cuidado. Porque sin árboles, no hay sombra, ni oxígeno, ni futuro verde.
"Creo que revertir esta triste y preocupante situación es posible, siempre y cuando nos comprometamos a plantar y cuidar un árbol", concluyó Peñalva