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San Martín estuvo lejos de su nivel y retrocedió casilleros
No tuvo el nivel futbolístico que traía e Instituto le cortó la racha arrasadora. De poder quedar cuarto, se volvió en la octava posición.
En el partido más complicado de los últimos dos meses, San Martín no pudo. Cayó derrotado en Córdoba ante Instituto por 2-1, un rival directo en la pelea por el ascenso. Sigue en zona de clasificación (quedó octavo), pero cortó la racha de siete partidos consecutivos sin derrota. Empezó ganando, pero la Gloria lo dio vuelta en base a un juego dinámico y veloz, al que el Verdinegro no pudo oponerle resistencia.
Desde el inicio mismo fue Instituto quien tomó la iniciática e impuso el ritmo del partido hasta el mismo final. San Martín se vio superado y sin tener el control de la pelota corrió desde atrás, se metió en su campo y en cada ataque del local sus volantes salieron eyectados marcando ahí la diferencia.
Molesto e incómodo, el equipo verdinegro metió su primera jugada colectiva a los 15’ que terminó en el gol de Martín Rivero con toda la complicidad del arquero Carranza. El tanto le dio a San Martín la convicción para encontrarse, adelantarse y hacer un juego más dinámico.
Pero sus intenciones duraron apenas 10’ y se diluyeron rápidamente. Instituto se sacudió y volvió a ser práctico y encontró por el sector izquierdo de San Martín la puerta abierta para llegar a arco de Avellaneda. Lejos de bloquear los intentos del conjunto cordobés, el toque cortó, falta de conexión, lento retroceso y poca marca le cedió a Instituto la cancha.
Y por esa vía la Gloria logró un empate que siempre estuvo por caer. Se volvió a ceder terreno, Dilena y Ruiz no lograron acomodarse y por ese sector llegó el centró para que Franco Watson cabeceara entre los centrales para anotar el empate.
Iban 31’ y San Martín ya no sólo no ganaba, sino que seguía sin poder acomodarse. Miraba como Instituto marcaba el camino y la intención en cada ataque. Eso llevó a desnudar una falta de coordinación y otra vez la velocidad en el ataque lo complicó.
Cuando parecía que el local podía dar otro golpe, Gracian se fue expulsado justo en el sector donde todo era bueno para el equipo de Bovaglio. Era el momento para que San Martín tomara aire y con un jugador más salir del pozo futbolístico. Pero nada de eso ocurrió y dejó pasar la oportunidad, más aún cuando Alejandro Molina vio la roja en el inicio del complemento.
Porque en el 10 contra 10, otra vez Instituto fue explosivo y se potenció. Empezó a llevarse por delante a San Martín con volantes rápidos. Y con un autogol de Dilena, en otro lento retrocedo y una falta innecesaria, Instituto encontró en 2-1 que siempre buscó ante un San Martín que no lo pudo aguantar.
Antuña metió cambios, pero lejos de ser productivos el equipo perdió peso y presencia en ataque. Debió armar una nueva defensa, que no encontró la posición, cambió la distribución en la cancha, buscó ser más ofensivo, pero sin ejercer presencia en la zona de volantes pasó a ser un equipo partido al medio.
Y eso fue la condena, porque si bien Instituto no pudo ampliar, siguió manejando el trámite del partido. Se acomodó en el fondo y lejos de meterse en su arco movió los atacantes y en esa presión y marca precisa, más allá de darle la pelota a San Martín, nunca fue herido.
El conjunto verdinegro perdió ante un rival directo, en un partido que le fue adverso siempre, pero en el que nunca logró acomodarse. Lejos de su nivel, dejó pasar la opción cuando tuvo un jugador más, pero Instituto fue muy rápido, se lo llevó por delante y lo dejó sin nada en Córdoba.