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Política > Ayuda a la producción

Todo listo para que viñateros paguen impuestos con un bono

Ya corre el plazo para que los beneficiarios se presenten. Los que acrediten que no destinaron la uva a vino, recibirán un equivalente que va de 1 a 4 pesos por kilo para cancelar tributos.

24 de abril de 2019

El Ministerio de la Producción abrió el plazo para que los viñateros de la provincia que no destinen la uva a vino accedan al bono con el que podrán pagar impuestos locales. Se trata de una ayuda extraordinaria que dispuso la administración uñaquista, para restarle presión fiscal al sector, sostener el precio del producto y mantener las fuentes laborales en el difícil contexto económico que atraviesa el país. Los que entren ahora al programa, la semana que viene tendrán sus papeles en la mano para cancelar deudas con Rentas.

El bono de crédito fiscal es parte de un paquete más amplio de medidas que el Gobierno provincial lanzó en febrero para el sector vitivinícola, bajo una política de ayudar al sector productivo como motor vital para que la economía no decaiga. Los que pueden acceder al subsidio son los productores que manden la uva a destilería, pasa, mosto y una de mesa, es decir aquellos destinos que no sea elaboración de vino.

La cartera que dirige Andrés Díaz Cano comenzó a recibir la documentación de los interesados y lo hará hasta el 17 del próximo mes, último plazo para entrar al programa. Los productores deben acreditar el destino de su cosecha y la cantidad de kilos comercializados, para que Producción y Rentas determinen cuál es el equivalente que recibirán en créditos fiscales.

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El cupo de créditos fiscales disponible asciende a 200 millones de pesos, monto que dejará de percibir Rentas. A cambio, la gestión uñaquista intenta diversificar el mercado, bajar el stock de vino y, al mismo tiempo, evitar que el precio se derrumbe. En definitiva, ser un sostén para el mercado vitivinícola en un contexto de crisis económica nacional que viene haciendo mella y que a lo largo del país está provocando cierres de emprendimientos y un aumento de la desocupación.

Con los papeles, los viñateros tienen dos opciones. Una es pagar impuestos provinciales  (Automotor, Inmobiliario, Ingresos Brutos y Sellos) vencidos a diciembre de 2018. Y si no arrastran deuda de esa naturaleza, los pueden salir a comercializar. Esta última opción suele ser bajo su valor nominal, pero le permite al beneficiario hacerse de dinero para usar en su emprendimiento.

El monto a recibir por cada viñatero está fijado en la ley que creó el bono. Los que destinen su uva a mosto embolsarán 1 peso por kilo de créditos fiscales, el estímulo estatal es de 2 pesos por kilo enviado a uva de mesa y pasa y sube a 4 cuando se trate de destinos no vínicos.

Entre el lunes y ayer, en el cuarto piso del Centro Cívico habían recibido una lluvia de solicitudes. El trámite es sencillo: la documentación es revisada por los expertos de Producción y si es aprobada, el viñatero se presenta con la constancia en Rentas, para que allí le entreguen los papeles que dan soporte al crédito fiscal.

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