Trump analiza un "bono por bebé" de 5.000 dólares para combatir la baja natalidad en EE.UU.

Con la natalidad en mínimos históricos, el equipo del expresidente Donald Trump evalúa una serie de propuestas para incentivar a los estadounidenses a formar familias. Entre ellas, destaca una idea que remite a políticas de asistencia social implementadas en América Latina: un bono económico de 5.000 dólares por cada bebé nacido en el país. El objetivo es revertir la tendencia decreciente en los nacimientos y alentar a las parejas jóvenes a tener hijos.

La medida, que aún está en etapa de análisis, fue presentada a asesores cercanos a Trump como parte de una estrategia más amplia para enfrentar la caída demográfica. Según datos oficiales, en 2023 se registraron solo 3,6 millones de nacimientos en Estados Unidos, la cifra más baja desde 1979 y 76.000 menos que el año anterior.

Junto al “baby bonus”, se estudian otras iniciativas, como destinar el 30% de las becas Fulbright a personas casadas o con hijos. Este prestigioso programa de intercambio académico internacional —financiado por el gobierno estadounidense— es altamente competitivo y reconocido en el ámbito educativo global. La medida buscaría incentivar la formación de familias también entre las élites académicas del país.

Además, el plan contempla el financiamiento de programas educativos dirigidos a mujeres, orientados a comprender mejor su ciclo menstrual y a reconocer los días fértiles, con el fin de facilitar la concepción. La propuesta se inscribe en un enfoque más amplio que busca abordar incluso los problemas de fertilidad desde una perspectiva educativa.

Emma Waters, analista de políticas de la conservadora Heritage Foundation, expresó en una de las reuniones que “es necesario canalizar el espíritu de MAHA —Make America Healthy Again— y profundizar en los desafíos de la infertilidad”, en referencia a una campaña impulsada por el secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr.

Estas iniciativas se enmarcan en una creciente preocupación por la sostenibilidad demográfica y económica del país. Menos nacimientos implican, a largo plazo, una fuerza laboral más reducida y una presión mayor sobre los sistemas de jubilación y salud pública.

Aunque la propuesta del bono por bebé aún no ha sido formalmente anunciada, ya genera debate. Algunos sectores conservadores celebran el enfoque pronatalista, mientras que críticos advierten que el incentivo económico no resolverá las causas estructurales que desalientan la maternidad, como el alto costo de vida, la falta de acceso a servicios de cuidado infantil y la precariedad laboral.