Provinciales > En plena pandemia
Vecinos de un barrio quedaron aislados por el colapso de los pozos negros
Sucedió en el Rivadavia Norte. Por mes, en un monoblock llaman tres veces para pedir el desagote.
Por Facundo Merenda
El colapso de los pozos negros pudo más que la cuarentena por la pandemia del coronavirus. En el Barrio Parque Rivadavia Norte los vecinos de la Manzana N estuvieron más de un mes en completo aislamiento. Si bien estaba decretado el confinamiento por la enfermedad, cuentan que ni siquiera podían abrir las puertas o ventanas debido a que el olor los invadía y el agua servida comenzaba a ingresarles al interior de sus casas.
La problemática que tienen es de vieja data, según dijeron. Sin embargo, esta situación se fue empeorando con el tiempo porque sobre las napas se empezó a formar una película que impide contener los líquidos cloacales y constantemente hacen que las cámaras sépticas terminen colapsadas.
Esta vez todo se agravó. El ramal que conecta a los pozos de los monoblock 12,13,14,15, 20 y 21 colapsó e hizo que algunas de las familias, principalmente las que habitan en el sector 15, fueran las más perjudicadas. Algunos tuvieron que evacuar sus viviendas debido a que el agua servida salía por el inodoro.
“Es común que esto suceda, pero ahora pasó a un extremo complicado debido a que se demoraron mucho en venir a desagotar. Los más perjudicados somos los de la planta baja debido a que estuvimos más de un mes pisando la materia fecal”, comentó a DIARIO HUARPE Cristian González, vecino del barrio.
González vive con los cinco integrantes de su familia y durante el tiempo que estuvo el agua arriba tuvieron que cortar el suministro para evitar que se les inunde su casa. El hombre explicó que al cabo de un mes llaman cerca de tres veces para que vayan a desagotar los pozos porque colapsan y dejan a todos los vecinos en medio del olor y la mugre.
Los vecinos están resignados a que esta situación ocurra, pero piden que desde Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) sean más ágiles a la hora de acudir ante los reclamos que realizan: “Es un barrio que está propenso a eso, lamentablemente, pero pedimos que sean más expeditos para darnos soluciones”, dice González. Asegura que muchas veces desde ese organismo se demoran en acudir hasta el lugar y la problemática se termina agudizando.
Algunos vecinos comentaron que en el barrio trazaron las cloacas, pero hay monoblocks que todavía no están conectados a ese servicio. Por ese motivo es que colapsan de manera periódica. Mensualmente tienen que pagar cerca de $2.000 para abonar el servicio del desagote.
“Para una cámara séptica son más de veinte departamentos los que están conectados”, precisó Darío Fernández, otro vecino. “El problema que teníamos es que al caer las tapas de los pozos se terminaban obstruyendo”, agregó.
Fernández relató que están preocupados debido a que si bien la situación se mejoró en este tiempo debido a que hicieron el desagote, los pozos quedaron sin tapar y pueden ser una trampa mortal para animales y niños que juegan por la zona. “Si los pozos siguen destapados vamos a tener el mismo problema de que se van a llenar de mugre y el agua terminará saliendo. En plena pandemia esto fue un verdadero foco infeccioso”, concluyó.