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Comunidad > Ataques y silencio oficial

Zonda: denuncian atentados y persecución tras exponer irregularidades municipales

Jorge Palacio y su esposa, Patricia Giovenco, trabajadora municipal, expusieron presuntas irregularidades en el gobierno de Zonda y desde entonces viven una escalada de intimidaciones. 

POR REDACCIÓN

Hace 2 horas
Jorge Palacio y su esposa, Patricia Giovenco, dicen que quedarse callado solo permite que las situaciones se profundicen y por eso decidieron visibilizar todo.

Jorge Palacio, vecinos del departamento de Zonda, este martes 25 de noviembre, relató en Radio Sarmiento que los episodios comenzaron la semana pasada y los describe sin rodeos como “atentados” dirigidos a amedrentarlo. El primero ocurrió el martes a las 2:30 de la madrugada, cuando una botella impactó contra la ventana de su casa con tal fuerza que rompió la tela mosquitera y quedó incrustada en ella. “Si la ventana de vidrio hubiera estado abierta, se rompía todo”, aseguró.

El segundo ataque llegó tan solo un día después, el miércoles a la 1:30. En esta ocasión, otra botella explotó contra su perro, que descansaba en el patio. Para Palacio, no se trató de travesuras ni hechos aislados, sino de acciones “claramente intencionales” que buscan intimidar a su familia por las denuncias de supuestas irregularidades en el gobierno municipal que vienen haciendo junto a su esposa.

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El miedo ya alteró la vida diaria de la familia: sus hijos están nerviosos, toman precauciones al entrar y salir, y el propio vecino tuvo que instalar cámaras para registrar lo que ocurre alrededor de su casa.

“En un departamento tan lindo como Zonda, hoy tenemos que salir cuidándonos hasta de nuestra propia sombra”, lamentó.

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“Esto tiene que ver con las denuncias”: el vínculo que señala Palacio

Palacio asegura no tener enemigos ni conflictos personales en Zonda. Por eso, vincula directamente los ataques con las denuncias públicas que su esposa, Patricia Giovenco, trabajadora municipal de planta permanente, realizó en el último tiempo. Ambas denuncias apuntan a presuntas irregularidades dentro de lo que describen como una gestión “monárquica”, dominada por prácticas de nepotismo y arbitrariedad.

Los hermanos Atmapiz (Juan - intendente - y Miguel - diputado) están siendo investigados por incorporar a familiares a la planta permanente del Municipio, sin que vayan a trabajar..

“Estos atentados son los resultados de las denuncias que venimos haciendo todos los días”, afirma. Su convicción se sustenta en la secuencia temporal: cada vez que Patricia expone hechos nuevos, las presiones aumentan. Para Palacio, quedarse callado, como ocurre con muchos vecinos, solo permite que las situaciones se profundicen, y por eso decidieron visibilizar todo.

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Persecución laboral y aislamiento de los denunciantes

Además de los ataques nocturnos, la familia denuncia una persecución laboral sistemática contra Patricia. Aseguran que fue trasladada, sancionada sin argumentos y aislada de sus compañeros. Hoy desempeña sus tareas sola, en un lugar remoto: un campo cercano al dique lateral, a cinco kilómetros de la municipalidad.

“Queda sola desde las 10 de la mañana. Cualquiera puede ir a amedrentarla”, advierte Palacio. Este hostigamiento, asegura, alcanza también a otros trabajadores y delegados gremiales que expresaron críticas hacia el gobierno municipal. “A todos los que opinan diferente los cambian de lugar, los pasan de un lado a otro”, denunció.

Pese al clima adverso, la pareja sostiene que no bajarán los brazos. “Tenemos que apoyar a los obreros municipales y a los zondinos que quieren que el departamento salga adelante”, remarcaron.

Una policía que no responde

Palacio, retirado de la Policía Federal, formalizó la denuncia de los atentados en la Comisaría 14. Sin embargo, la respuesta que recibió lo dejó desconcertado. Según relató, los efectivos le informaron que solo actuarían si él aportaba las imágenes captadas por sus cámaras. Nadie inspeccionó los daños, ni la tela mosquitera rota, ni los restos de vidrio, ni las botellas arrojadas.

Como conocedor de la labor policial, Palacio explicó que las botellas podrían tener huellas dactilares o rastros que permitirían avanzar en la investigación. Pero nada de eso fue preservado ni analizado. “Hay mucha inacción. Así estos casos pasan inadvertidos”, lamentó.

Zonda, un lugar hermoso atravesado por conflictos

Palacio reflexiona con tristeza sobre la imagen que hoy tiene el departamento. “La gente dice: ‘Uh, Zonda, cuántos problemas’. Pero Zonda es hermoso”, expresó. Para él, el potencial turístico del lugar —especialmente en un momento en que la producción de frutos de carozo y viñedos ya no es la de antes— está siendo desaprovechado por un municipio que “no hace nada fructífero”.

El empuje turístico, según destacó, proviene de una cadena gastronómica privada que creció sin apoyo municipal. En ese contraste, señala la falta de gestión, planificación y liderazgo en la administración local.

Frente a este escenario, la valentía de Patricia Giovenco se vuelve central. Ella denunció pese a saber que sería perseguida. Ahora esperan que los gremios y la sociedad acompañen.

“Denunciar es la única manera de sacar el departamento adelante. No podemos dejar que el miedo nos gane”, concluyó Palacio.

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