Provinciales > Peligro para la salud
Agua turbia: los operarios de OSSE, acusados del mismo delito que la Bodega Torraga
Quieren que vayan a juicio por la misma falta que cometieron quienes adulteraron vino caucetero en los años 90, por el que murieron 29 personas.
Por Carolina Putelli
La maniobra de tres operarios de OSSE, que durante un turno nocturno dejaron abierta una válvula de seguridad durante cinco horas, habría puesto en riesgo la salud de los sanjuaninos. Esto es lo que entienden los autores de la denuncia que hizo el Estado contra los hombres, identificados como Víctor Hugo Godoy, Alejandro Bustos y Fabián Ovejero. El delito es adulteración de agua potable y es el mismo por el que enjuiciaron a los responsables de la adulteración de vinos de Bodega Torraga, hecho que causó 29 muertos.
Milenko García, abogado penalista, explicó a DIARIO HUARPE que se trata de un tipo especial, un delito de peligro. Esto quiere decir que no requieren que se consume un resultado concreto, sino que se castiga que se pone potencialmente en riesgo a la población. Para los denunciantes, Godoy, Bustos y Ovejero pusieron en riesgo a las personas que reciben el agua de la planta potabilizadora de Marquesado, cerca de un 45% de los sanjuaninos.
La norma en la que se podría encuadrar lo que sucedió el 6 de diciembre, cuando usuarios de Rivadavia, Capital y Rawson recibieron agua muy turbia, es el artículo 200 del Código Penal Argentino. En este se describe el delito de adulteración, envenenamiento o falsificación de alimentos, agua potable o alimentos.
Es el mismo que se violó en el caso de la Bodega Torraga, cuando para estirar el vino, los propietarios y encargados de la bodega agregaron alcohol metílico al mismo. Esto causó una serie de envenenamientos en todo el país y la muerte de 29 personas en febrero de 1993. Uno de los hechos más oscuros de la vitivinicultura argentina y sanjuanina.
TE PUEDE INTERESAR
En cambio este 6 de diciembre, no se conoce casos de personas que hayan visto afectada su salud por lo que pasó en OSSE. Pero esto no necesariamente exculparía a los tres operarios.
Esto se debe a que la naturaleza del delito de peligro. Para la ley, la conducta riesgosa ya es de gravedad e incluso las posibles penas no son excarcelables. El artículo 200 dice que "será reprimido con reclusión o prisión de tres a diez años, el que envenenare o adulterare, de un modo peligroso para la salud, aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales, destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas”.
"Van a tener que demostrar, en este y en cualquier caso, que la salud pública corrió riesgos", explicó García a este medio. Y lo que sucedió después de que OSSE determinó que el agua que se inyectaba al sistema podría determinar el futuro del proceso. Inmediatamente después de que empezaron a llegar las denuncias de agua turbia, que totalizaron 182, tomaron medidas extraordinarias.
Guillermo Sirerol, presidente de OSSE, en la conferencia de prensa que dio este martes detalló que tuvieron que usar más color "al límite de lo permitido", para prevenir contaminación bacteriológica. Esto quiere decir que al menos parte de los técnicos de la sociedad estatal entendió que había un potencial riesgo.
En cambio, en el caso fatídico de la bodega caucetera, que distribuyó por el país vinos adulterados bajo las marcas Soy Cuyano y Mansero, sí hubo víctimas. Además de los 29 fallecidos en Buenos Aires, Corrientes, Misiones y Entre Ríos, también se vieron afectadas personas de otras provincias. Se conocieron daños neurológicos y ceguera.
La ley, en estos casos, prevé penas más altas: de 10 a 25 años. Pero el bodeguero de Buenos Aires radicado en San Juan cumplió menos tiempo debido al beneficio de 2x1. Si bien el juicio fue el 1996, salió algunos años después y se encuentra en libertad. Su última aparición pública fue cuando condenaron a su hijo por abuso sexual.
Un video y muchas dudas del por qué
Los hechos que llevan a la Justicia al capataz Víctor Hugo Godoy y a los operarios Alejandro Bustos y Fabián Ovejero ocurrieron en la madrugada del 6 de diciembre. Esa noche los tres hombres estaban a cargo de la guardia nocturna, ya que hay cuatro grupos que rotan para mantener el funcionamiento las 24 horas.
En el video aportado como prueba se ve que uno de los tres se acercó a una de las cisternas que sirven para almacenar y decantar el agua para potabilizar, abrió una válvula de emergencia y dejó que se vaciara por cinco horas. El bajo nivel hizo que al otro día no hubiera reservas, pero también aumentó la turbidez del agua.
El sistema, cuando empezó el día, tomó este agua con sedimentos y empezó a distribuirlo primero por Rivadavia y luego hasta Rawson. OSSE tuvo que poner cuadrillas especiales para hacer una purga de emergencia.
Una de las dudas es por qué el operario hizo esto y los otros no intervinieron. La válvula sólo se usa una vez al año y manipularla como lo hicieron no facilita el trabajo o agiliza nada.
Con estas pruebas en la mano, los tres fueron despedidos de OSSE. Pero ahora resta ver si, además de desperdiciar agua en plena crisis hídrica y afectar la calidad y presión de agua en medio de una ola de calor récord, Godoy, Bustos y Ovejero efectivamente pusieron en riesgo la salud de miles de personas