En Santa Lucía
Por no decir la verdad, detuvieron de nuevo al sobrino del hombre empalado
Diversas pruebas lo comprometen por haber omitido algunos datos que pueden servir para la causa del abuelo ciego asesinado. Debido a esto, el juez ordenó la detención.
POR REDACCIÓN
La Policía detuvo nuevamente al sobrino de Juan Ramón Escudero de 65 años de edad, aquel hombre no vidente que apareció muerto y empalado en su vivienda de calle Colón y San Lorenzo en Santa Lucía. El motivo ahora fue por unas escuchas realizadas por los investigadores y las cuales lo comprometen como presunto encubridor del crimen del anciano.
Miguel Escudero por segunda vez está en la mira de la Policía y la Justicia que investigan el atroz homicidio de Escudero, ocurrido en el departamento de Santa Lucía. En esta oportunidad, luego de una serie de intervenciones a las llamadas del detenido por parte del personal policial, el magistrado que investiga el caso, Martín Heredia Zaldo del Cuarto Juzgado de Instrucción, ordenó apresar al pariente del anciano asesinado mediante empalamiento.
En las escuchas, Miguel Escudero declara hechos que omitió al juez e, inclusive, se las cuenta a un amigo, que ya dio testimonio como testigo. Por ejemplo, que al “abuelo lo encontró con una botella en el culo”. Según fuentes calificadas, la Justicia buscará que el hombre relate toda la verdad de lo que pudo observar.
El sobrino de Escudero fue enviado al Penal de Chimbas y por ahora está sospechado por encubrimiento y no como principal autor del crimen o cómplice.
El hecho sucedió hace tres meses atrás. La investigación tuvo un paso en falso apenas comenzó. En un principio la Policía creyó que se trataba de una muerte natural, pero luego la autopsia reveló que fue un homicidio, pues tenía una desgarro en su ano que podría haber provocado la muerte del hombre.
A causa de esto, Heredia Zaldo cuestionó el accionar policial y los acusó de haber contaminado la escena del crimen. En paralelo, Miguel y su mujer fueron demorados por 48 horas para ser indagados, pues ambos además de ser parientes del hombre, residen en una casa lindante a la vivienda de la víctima. Pero en ellos, tras las declaraciones, las sospechas cayeron.
Sin embargo, Miguel Escudero vuelve estar en el centro de la sospecha, pues el hombre habría omitido o tergiversado sus declaraciones ante los investigadores.
Finalmente, tras la detención, el juez envió al sobrino del anciano asesinado al Penal de Chimbas.