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Crisis hídrica: se viene otra temporada ajustada de riego, a pesar de las nevadas

Las buenas noticias tuvieron que ver con las nevadas, pero los efectos del año más seco de los últimos 100 todavía se sienten en la provincia.

09 de agosto de 2022

Tras una temporada en la que las nevadas fueron las más bajas de los últimos 100 años, San Juan recibió la buena noticia en este invierno de más precipitaciones. Pero la crisis hídrica como tal no terminó, advirtieron los especialistas, y la próxima temporada de riego promete, otra vez, una fuerte racionalización y también discusiones con los productores.

Según la información con la que ya cuenta la Dirección de Hidráulica y la Secretaría del Agua, las nevadas que cambiaron el panorama cordillerano son mejores que las que cayeron en 2021. Pero el año pasado el derrame del Río San Juan fue de 450 hm³, muy por debajo de los 1.000 hm³ que suelen utilizarse todos los años en la provincia. Por lo tanto, será mejor, pero recién a finales de septiembre se sabrá si es suficiente.

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A esto se suma, que los tres embalses tienen un 18% de su capacidad ocupada, aunque no toda el agua podrá usarse porque una parte de esto son los volúmenes muertos, o sea, lo que no se puede sacar porque está debajo de la última compuerta. En 2021-2022 este nivel era del 24%, en 2020-2021 del 37%. Por lo tanto, esta primavera empezará con los tres embalses en el nivel más bajo histórico. El riego dependerá, en gran medida, de lo que traiga el río.

Según los técnicos, los diques llegarán al inicio del año hidrológco en su nivel más bajo desde que existen los tres. Imagen gentileza Hidráulica.

Este escenario marca el mayor desafío a la hora de planificar el riego que se viene: cómo se utilizarán los pocos recursos disponibles en ríos cuando empiece la temporada de riego agrícola, que utiliza el mayor porcentaje de recursos. En diálogo con DIARIO HUARPE, el secretario del Agua, Ramiro Cascón, explicó cómo están trabajando y cómo podría ser, mes a mes, el trabajo para mantener la producción agrícola en tiempos de crisis hídricas.

Empezar a regar sin saber cuánta agua habrá disponible

Durante los primeros días de agosto se conoció el primer tramo del cronograma de riego que está confirmado. La corta actual, la más larga en años con 130 días sin sacar agua de los diques, terminará el 22 de agosto. La restricción permitió la magra acumulación del 18% en los tres embalses, pero los productores necesitan para el inicio de los calores y floraciones tener agua en los canales.

Septiembre será un mes clave, porque las necesidades de las plantas aumentan, pero todavía no hay pronóstico hídrico ni esperanza de que las nevadas empiecen a aportar agua al río. Para regar en el Gran San Juan hacen falta 35.000 l/s (litros por segundo), pero por ahora el río solo trae cerca de 17.000 l/s. Eso significa que la mitad saldrá de los embalses, que están por debajo del 20% de llenado. Aun así, el acuerdo al que llegaron productores e Hidráulica es que regarán durante todo el mes.

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Durante junio y julio varias nevadas hicieron que el panorama de reserva en cordillera cambie. Pero eso no garantiza una temporada abundante, solo mejor que la anterior, alertaron.

Una vez que termine este mes sucederán dos cosas: se conocerá el pronóstico hídrico con los datos de cuánto acumularon las nevadas y volverán a negociar cuántos días regarán en octubre.

El pronóstico 2022-2023, el dato que definirá todo

Es de esperar que cuando cierre el ciclo hidrológico que actualmente cursa la provincia, haya mejores noticias que el año pasado. Las imágenes de la cordillera con un manto blanco marcan la diferencia con respecto a las capturas satelitales secas que se veían en 2021. Pero no será hasta que terminen las temporadas frías que los técnicos podrán calcular cuánto llegará, en un estimativo.

Con el inicio del año hidrológico, el 1 de octubre también deberá estar definido el riego futuro. Según Ramiro Cascón, los productores pidieron dejar abierto el calendario, para poder definir con más datos. Un sector de los productores asegura que en octubre podría empezar a derretirse parte de la nieve para llegar a diques y fincas, pero para el Secretario del Agua prácticamente no hay posibilidades de que sea así. Para eso tendría que ser un año especialmente cálido en la cordillera, en la que hoy miden cerca de -12°C, y no hay pronósticos que así lo muestren.

La discusión está pendiente y es posible que, otra vez, haya cruces entre autoridades y regantes. Incluso, deberán acordar cuándo, en los meses siguientes, se harán los días de corta que estaban previstos para septiembre, que pidieron trasladar para después.

Para los técnicos de Hidráulica, en un informe que redactaron, hasta diciembre el río seguirá aportando menos agua de la que se necesita para regar. En enero, con los días de mayor calor, podría haber un balance, o sea, que entre lo mismo que se extrae.

Esta demora en la abundancia tiene que ver con que la cordillera, tras años muy secos, aportó agua al río de sus acuíferos superficiales. Esto quiere decir que primero se recargarán los circuitos naturales y luego aumentará el caudal del río.

Febrero, el mes que podría empezar a recargar los embalses

Los datos, hasta inicios de agosto, ponen la fecha de la mejor noticia en febrero. Es que calculan que en este mes habrá superávit de agua y empezarán a llenarse los diques. El proceso continuaría en marzo del próximo año.

Es el momento más esperado, ya que durante todo 2021-2022 se desembalsó agua de forma continua, llegando al punto en el que se encuentran hoy las reservas. Esto llevó a que Los Caracoles se encuentre en su nivel mínimo, trabajando de forma forzada y con riesgo de problemas más graves, y que los niveles de Punta Negra y Ullum bajen drásticamente. Los especialistas, incluso, habían alertado que estaban en riesgo las estructuras de las obras hídricas.

Durante el verano pasado las protestas de productores que no querían más días de corta se repitieron. Del otro lado, las autoridades pedían resguardar para no llegar sin agua a la siguiente temporada.

Desde este punto en adelante, explicó Ramiro Cascón, San Juan deberá decidir sobre cómo seguir gestionando el agua. Incluso en el mejor de los escenarios, que plantea que en enero podría haber semanas de superávit. “Si tenemos más agua, tenemos que ver qué vamos a hacer: ¿vamos a sacar 1.200 hm³ como se hizo alguna vez? ¿Vamos a regar con 800 hm³, que sería una medida racional y guardar para después?, porque nadie garantiza que después tengamos otro año bueno”, reflexionó el funcionario.

Las decisiones de cuántos días se regará se debaten en el Consejo de Hidráulica, compuesto por las autoridades de la institución y los representantes de los regantes. De esta manera, la discusión de cómo utilizarán lo que trae el río San Juan cae, nuevamente, entre funcionarios y productores, que serán los protagonistas de otra temporada que promete dar que hablar.

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