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El día después en Médano de Oro tras el paso del viento Zonda

Médano de Oro fue una de las localidades más afectadas por el fuerte viento Zonda provocando varios focos de incendios que terminaron en el incendio de viviendas y hasta la muerte de animales.

22 de agosto de 2023
Así quedó la casa de la familia Golder. (Foto:DIARIO HUARPE/Sergio Leiva)

El fin de semana largo en San Juan estuvo marcado por un intenso viento Zonda que dejó como consecuencia serios daños en varios puntos de la provincia. Durante los tres días, personal de Bomberos trabajó arduamente asistiendo 141 focos de incendios distribuidos en los 19 departamentos. Una de las localidades más afectas por las llamas fue Médano de Oro, en Rawson. Un día después del fenómeno climático que puso en riesgo varias viviendas e incluso vidas, DIARIO HUARPE realizó una recorrida por la zona para hablar los damnificados.

En una de las viviendas afectadas por el fuego, a penas se ingresa, el fuerte olor a plástico quemado inunda las fosas nasales y aún provocan ardor en los ojos. La escena era desoladora. Las pertenencias de la familia Golder ya no estaban o lo están, pero completamente consumidas por las llamas. Lo que fue un hogar, en pocos minutos se convirtió en varias habitaciones teñidas completamente de negro.

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"Sin explicación", así definió Germán Golder lo que sucedió en su lote de Calle Alfonso XIII y Vicente López. “Nosotros no estábamos en casa, pero manteníamos contacto con los vecinos que nos decían que nos quedáramos tranquilos que nuestra casa estaba fuera de peligro. Cuando entramos, se nos cayó el mundo”, contó la víctima a este medio.

Germán contó que su esposa casi se desmaya al ver cómo había quedado la sillita de su hija de 2 años. (Foto:DIARIO HUARPE/Sergio Leiva)

“No sabemos cómo pasó, los bomberos no tenían explicación. Nuestra casa se quemó por completo por dentro, pero por fuera no le pasó nada. Se quemó y se extinguió solo. Perdimos absolutamente todo. Nos quedamos con lo puesto”, dijo Golder, aun en un visible estado de nerviosismo e impotencia con la situación.

A pocos metros de los Golder, Alfredo Blanco, un jubilado de 65 años, no pudo ocultar la amargura y tristeza que le provocó relatar cómo había perdido no solo sus herramientas de trabajo, sino también los animales que con tanto esfuerzo estaba criando.

“Todo comenzó cerca de las 13. Estábamos con mi hija y mi nieto almorzando cuando nos dimos cuenta de que habían empezado las llamas por el viento. Traté por todos los medios de apagarlas, pero nada pude hacer y en pocos minutos ya había agarrado toda la zona del corral de los chanchos y donde tenía las herramientas con las que trabajaba en la finca”, dijo Blanco.

El hombre, que al momento de hablar con DIARIO HUARPE se encontraba realizando una fosa donde enterrar su cerdo junto a sus cuatro crías, explicó que ya llevaba más de 24 horas despierto. “Desde que empezó todo no paré. No dormí haciendo guardia por las dudas que las llamas se reavivaran. Estoy cansado, me duele la cintura de acarrear tantos baldes de agua, pero hay que seguir”, mencionó con los ojos vidriosos al mirar todo lo perdido.

Una de las vecinas que su vio en peligro su casa producto de las llamas. (Foto:DIARIO HUARPE/Sergio Leiva)

Con la voz tomada y los ojos rojos por la cantidad de humo a los que estuvo expuesta, María Paz Luro contó la traumática situación que atravesó junto a su familia. “Las llamas rodearon la casa y no teníamos manera de salir. Fue una hora en la que se me cruzaron un montón de cosas por la cabeza, pero a la vez tenía que mantener la calma por los chicos. Llamábamos desesperados al 911 y bomberos pidiendo ayuda desde distintos teléfonos”, contó la damnificada.

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“Fue muy difícil. Los chicos por la cantidad de humo ya habían comenzado a descomponerse y seguíamos sin poder salir. En mi cabeza pensaba en que podía rescatar, sin embargo cuando llegaron los bomberos cerré la puerta de mi casa y dije, que sea lo que Dios quiera”, explicó aún angustiada, Lara.

Unas cuadras más adelante el escenario continuaba repitiéndose. Grandes manchones negros de pastizales quemados, postes quemados y caídos en medios de la calle, personal de Energía San Juan trabajando para restablecer el servicio de energía eléctrica y a la familia Vera intentando poner algo de orden tras el incendio que afecto parte de su vivienda.

“Las llamas llegaron del oeste, tomaron una de las palmeras y desde ahí empezó todo”, comentó Hilda Vera. La mujer explicó que en su precaria vivienda vive junto a un hijo y su marido por quien temió por su vida. “No podíamos hacer que saliera de la casa, él decía que quería salvar las cosas. No salió hasta que llegaron los bomberos”, mencionó Vera.

En la desesperación de la situación, la mujer de 54 años contó que lograron sacar algunas de sus pertenencias hacia el frente de la casa donde desafortunadamente fueron alcanzadas por llamas. “Habíamos sacado el televisor, el lavarropas y algunas pertenencias más al patio para salvarlas por si se prendía fuego la casa y al final las perdimos igual”, explicó la mujer que además es diabética y no pudo ocultar su preocupación al contar que no sabía qué podía pasar con la insulina que tenía guardada en la heladera porque aún no tenían luz.

El día después del viento Zonda en Médano de Oro dejó al descubierto una problemática de la que se quejaron la mayoría de los entrevistados. La falta de compromiso con los terrenos deshabitados y a los que no se les hace una limpieza y aquellos que aun sabiendo que está prohibido, continúan “limpiando” sus terrenos prendiendo fuegos que luego no se pueden controlar y ocasionan graves consecuencias como las del día domingo.

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