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“Error”, el presagio de la ropa del sobrino del jubilado asesinado y su desvinculación de la causa
Jorge Alberto Rodríguez, de 44 años, llegó a la audiencia en calidad de detenido, pero se fue en libertad. El testimonio de su mamá y la corroboración de las cámaras de seguridad, lo que lo hicieron zafar.
Por Facundo Merenda
Jorge Alberto Rodríguez, de 44 años, llegó a la Sala 5 de Tribunales en calidad de detenido. El Ministerio Público Fiscal lo arrestó durante la jornada del martes 19 de abril, es decir, el día después que encontraran muerto a su tío, Herman Rodríguez, de 80 años, en una finca en el Médano de Oro, departamento Pocito. La vestimenta que usó en la audiencia llamó la atención entre los presentes. Un buzo azul con la palabra “error” marcó el presagio de lo que luego el fiscal Adrián Riveros pidió a la jueza de Garantías, Celia Maldonado.
El sobrino del fallecido quedó en libertad, aunque los peritos lo seguirán de cerca para ver si no hay otro factor que lo vincule con el hecho. En principio, Fiscalía detalló que el testimonio de su mamá, Hélida Morán, fue la base de la argumentación para desvincularlo de la escena del crimen.
La mujer comentó que su hijo la llevó en una camioneta hasta la Clínica Santa Lucía, en el departamento Capital. Esto si bien fue tomado con pinzas por la UFI Delitos Especiales, los peritos cotejaron las cámaras de seguridad e hicieron el recorrido desde la casa de los Rodríguez hasta el centro y comprobaron que, a ciencia cierta, el hombre trasladaba a su mamá hasta ese centro de salud.
La detención primaria terminó siendo un error, en el aspecto de que no hubo indicios corroborados de su vinculación con el crimen. Aunque desde Fiscalía reconocen que lo hicieron para no dejar ningún cabo suelto que pudiera alterar el orden de las pruebas o entorpecer la investigación.
Rodríguez llegó a la audiencia de formalización bajo la representación del abogado Martín Zuleta. Una vez que Riveros solicitó la libertad, fue la jueza Maldonado quien corrió traslado al letrado que pidió que esto se estableciera de inmediato. La magistrada abrió la etapa de la declaración de los tres que estaban en el banquillo de los acusados, aunque precisó que en el caso del liberado era en vano teniendo en cuenta que ya no tenía relación con el hecho en cuestión.
Durante toda la presentación del caso, Rodríguez (hijo) se mantuvo cabizbajo. Su mirada achinada, casi como desconfiada de lo que decían los fiscales, fue lo que lo caracterizó durante todo el devenir de la misma. Situación diferente la de su padre, Eliseo Rodríguez, quien quedó detenido y es el más complicado por este hecho, de acuerdo a la prueba colectada por Fiscalía. El último de los mencionados rompió el silencio y habló ante los presentes, pero declaró que es inocente y echó por tierra que tuviera una mala relación con el difunto.