Es casi un hecho que Ribeiro se va de San Juan y hay dudas entre los empleados que cobran $2.500 por semana

Son días de incertidumbre para los empleados sanjuaninos de Ribeiro. La firma vendió hace un mes su tradicional local de calle Libertador y Tucumán con la idea de mudarse a uno más pequeño para continuar atendiendo, pero hasta el momento no hay nada en concreto y sostienen que no consiguen un nuevo espacio dentro del radio céntrico. Esto despertó dudas entre los trabajadores que necesitan saber lo que ocurrirá con su futuro laboral.

La secretaria general del Sindicato Empleados de Comercio (SEC), Mirna Moral,  explicó a DIARIO HUARPE que durante este tiempo los trabajadores estuvieron sin cumplir sus tareas debido a que la empresa no abrió sus puertas. La referente tiene la sensación de que quieren abrir, pero no tienen el dinero para hacerlo. Sin embargo, sostuvo que todos los electrodomésticos que estaban en ese local ya fueron trasladados hacia las sucursales que están operativas en Mendoza y San Luis.

Moral indicó que la situación de los trabajadores es preocupante. Actualmente Ribeiro tiene una planta conformada por 32 empleados, pero hace algunas semanas uno de ellos presentó la renuncia alegando la falta de pago. Hay mercantiles que tienen más de diez años de antigüedad y son los que más complicados avizoran este panorama.

La secretaria indicó que, luego de una serie de negociaciones con el referente de Recursos Humanos, se logró que los empleados cobraran apenas $2.500 por semana, es decir, menos de la cuarta parte de lo que les correspondería con las actualizaciones devengadas y los salarios adeudados. Relató que estos empleados deberían estar por encima de los $60.000. Más allá de lo insuficiente que parezca, Moral comparó este acuerdo con el alcanzado en Mendoza y lo tildó de superador debido a que en la vecina provincia los empleados de esa empresa accedieron a un depósito semanal de $250.

“Hay algunos que no quieren presentar el telegrama de renuncia y darse por despedido porque necesitan la plata. Se contentan con apenas recibir esta escaza cantidad. En el caso de iniciar un juicio laboral, les puede durar entre los doce meses a un año y medio por lo que se resisten a perder lo que tienen”, señaló.

La secretaria dijo que se reunió con los empleados para comentarle algunas alternativas y el marco general en el que se encuentra la empresa. En la última audiencia que se realizó en la Subsecretaría de Trabajo el gerente de Ribeiro expuso la situación crítica que atravesaban y pidió reducir la jornada laboral de 8 a 4 horas durante los próximos seis meses. Al mismo tiempo refrescó el pedido del procedimiento preventivo de crisis para buscar un salvataje nacional, pero esto no surtió efectos porque antes deben ponerse al día con los salarios adeudados.

Desde el SEC aseguran que Ribeiro les debe el bono extraordinario de $5.000 que acordó el presidente Mauricio Macri en noviembre de 2019 como incentivo para sector privado. Además, no se hicieron las actualizaciones salariales dadas en paritaria y no les terminaron de saldar el medio aguinaldo de diciembre de 2020. En lo que va de este año solamente les entregaron parte de los salarios de enero, febrero y marzo. Mientras que en abril están cobrando a cuenta gotas por semana sin percibir los complementos como, por ejemplo, salarios familiares por hijos discapacitados, prenatal o escolaridad.

Sin tiempo para embargar

Moral contó que los trabajadores de esta firma en Mendoza tuvieron los mismos inconvenientes, pero actuaron a tiempo y mientras la empresa presentaba el procedimiento de crisis los empleados embargaron el salón de ventas para, en el supuesto de darse a la quiebra, cobrarse lo adeudado de ese capital. Confesó que el SEC les aconsejó hace un año a los empleados sanjuaninos de hacer algo similar, pero en ese entonces los trabajadores no creyeron oportuno tomar esta medida. Sin embargo, hoy es imposible realizarla porque Ribeiro se quedó sin establecimiento físico en la provincia.

Dato

En un principio previeron que todos los empleados iban a tomar la decisión de manera conjunta, aunque desde el SEC dijeron que ahora cada uno puede negociar individualmente lo que le parezca mejor, es decir, continuar con esta forma de pago o directamente darse por despedido.