Publicidad

Provinciales > Todo preparado

Julio, el sanjuanino que preparó casi mil semitas para venderlas entre alumnos en la vuelta a clases

Hace 34 años es panadero. Cada día se levanta a las 2 de la madrugada para hacer las semitas que vende en escuelas. 

POR REDACCIÓN

02 de marzo de 2022

Este miércoles los alumnos sanjuaninos volvieron a clases por lo que Julio Noguera aumentó su producción de semitas junto a su familia para poder venderles a los estudiantes. En total hizo 970 y para ello comenzó a las 2 de la madrugada.

El hombre hace 34 años es panadero. Primero fue empleado, pero hace 16 años dejó todo y comenzó a hacer y vender panificación junto a su familia. Ahora hacen pizzas, pizzetas y semitas que él vende en distintas escuelas de la provincia.

Publicidad

Julio contó a DIARIO HUARPE que casa día empiezan con el trabajo a las 22, hora en la que hacen la masa y la dejan leudar. A las 23 se acuestan y a las 2 ya se levantan de nuevo para seguir con el proceso, aunque su hija de 16 años se levanta una hora más tarde, a las 3, para dar una mano.

“Terminamos alrededor de las 5 o 5.30 y a las 6.30 ya salgo a repartir al Colegio Luján y a la Fray donde les vendo alrededor de 100 o 150 semitas a los kioscos internos”, contó.

Poco antes de las 8 llega a la escuela Cortínez donde se para en la puerta a venderlas. Generalmente se las agotan, pero si esto no ocurre se va a otro establecimiento educativo en el que ingresan a las 8.30.

Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

“Por suerte vienen bien las ventas, lo que sí, han aumentado muchísimo los costos, la harina me subió dos veces en nada de tiempo. Hasta el año pasado podía vender la semita a $10, ahora es imposible, tengo que venderla a $15”, dijo.

De igual manera, sus clientes entienden esto y le siguen comprando ya que la inflación llega a todos los productos.

Publicidad

Una vez que vende todo se vuelve a su casa para seguir trabajando junto a su esposa, generalmente la mañana la dedican a hacer pizzas. Recién frena a las 14 para dormir una hora y media, recargar energías y poder seguir.

“Es una tarea dura, son muchas horas, muchas amanecidas, pero ya estoy acostumbrado”, cerró el panadero.

Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS