Judiciales > Violencia de género
La abogada acusada por Cáceres fue procesada por falsa denuncia
La Justicia avanzó contra la abogada que testificó en la causa por violencia de género contra Eduardo Cáceres; el fallo revela una falsa denuncia y marca un precedente en casos de testimonios inventados.
POR REDACCIÓN
La Justicia de San Juan procesó a la abogada Paola Miers por ocultar la foto de Gimena Martinazzo sin lesiones, tomada días después del supuesto hecho, y por encubrirla, en lo que se considera una falsa denuncia que involucra al exdiputado nacional Eduardo Cáceres. La decisión del juez Guillermo Adárvez se basa además en una pericia de geolocalización y la comprobación de que las marcas que mostraba Martinazzo eran producto de tratamientos estéticos.
El caso remonta al 25 de noviembre de 2020, cuando Martinazzo denunció a Cáceres por violencia de género. Tras no poder acreditarse lesiones y detectarse inconsistencias en la investigación, la fiscal Claudia Yanina Galante solicitó el sobreseimiento, resolución que luego confirmó la Sala II de la Cámara Penal. Tras quedar libre de culpa, Cáceres denunció a Miers, quien ahora fue procesada sin prisión preventiva y con un embargo de un millón de pesos.
Según el fallo, al que pudo acceder DIARIO HUARPE, Miers faltó a la verdad en su declaración judicial, al negar haberse contactado con Cáceres y desconocer los motivos por los que había sido citada como testigo. En realidad, la abogada se comunicó con el ex legislador para ofrecerle pruebas que, supuestamente, demostraban que las lesiones de Martinazzo eran falsas, dado que había acudido a su clínica para un tratamiento estético que causó las marcas visibles en su cuerpo.
“Las conductas tenidas por la imputada Miers, consistentes concretamente en haber dicho ante el Juzgado Correccional lo que dijo de desconocer el motivo por el que fue ofrecida como testigo, como así también que no se comunicó con Martinazzo, frente al plexo probatorio instruido, constituyen la infracción al artículo 275 del Código Penal”, argumentó Adárvez en su fallo.
Una pericia de geolocalización demostró que Miers se encontraba en el domicilio de Martinazzo en tres momentos distintos, lo que contradijo su versión ante la Justicia.
El procesamiento de Miers marca un precedente en la lucha contra denuncias y testimonios falsos, y refuerza la importancia de la verificación de pruebas en causas de violencia de género.