La compraventa de inmuebles se frenó en 2019 y esperan otro año igual

El sector inmobiliario cerró en 2019 a nivel país el peor año de la historia, según indicaron las entidades dedicadas a la comercialización de estos bienes, y en ese contexto la provincia no escapó a uno de los tantos coletazos de la crisis económica nacional.

Por lo menos, así lo señaló la vicepresidenta del Colegio Público de Corredores Inmobiliarios de San Juan, María Cristina Luluaga, en diálogo con DIARIO HUARPE al decir que “venimos arrastrando un año largo de mala situación en un mercado inmobiliario que está sumamente frenado”.

“El gran problema que tenemos en Argentina, y sobre todo en San Juan, es la falta de crédito. Sin crédito, a la gente se le hace muy difícil acceder a una vivienda propia. Encima, el medio de ahorro para muchas familias era ir comprando dólares de a poco hasta que pudieran acceder a una casa, pero esta medida lo dificulta más. Yo creo que vamos a seguir con un año tan malo como el que tuvimos en 2019, lamentablemente”, expresó.

La profesional, al mismo tiempo, hizo hincapié en que las medidas tanto del gobierno anterior como las adoptadas por la actual administración nacional no ayudan, tal como es la aplicación del impuesto PAÍS que aplica un recargo del 30% en las compras y consumos en dólares que significa una traba más para la compraventa de propiedades.

“No es una medida beneficiosa, frena más todavía. La verdad que el panorama es complicado”, reiteró Luluaga, pese a marcar que San Juan no tiene un mercado mayoritariamente dolarizado en cuanto a los precios de las viviendas, como sí ocurre en otras provincias como Buenos Aires, Capital Federal o Córdoba.

“Hay muchos propietarios que todavía desean vender en dólares, pero ¿a qué dólar? Hasta hace un tiempo sabíamos que el dólar valía una determinada cantidad de pesos, pudiendo variar un poco entre el oficial y el no oficial. Pero hoy no sabemos, es muy complicado. Por eso seguimos tasando y tratando de vender en pesos, pero aun así está muy difícil”, insistió.

Luluaga reveló que la estrategia que están empleando los corredores consiste en tasar en pesos y luego de unos meses si esa vivienda no se vendió, se le aplica una readecuación del precio “no a nivel de inflación ni mucho menos del dólar, pero sí de las unidades UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) para que el propietario no pierda tanto”.

No obstante, contó que sobre a la mayoría de las propiedades que están un período de tiempo en venta sin concretarse ninguna operación “no se les toca el valor, pese a que en ocho o nueve meses la inflación sume un 40%. Esto con tal de vender porque muchas familias tienen la necesidad de hacerlo para disponer del dinero”.

Finalmente, Luluaga marcó que la mayor demanda se da en departamentos chicos de valores que van entre $1.500.000 y $2.500.000 que adquieren personas que buscan resguardar sus ahorros “porque aunque les den una renta baja, el patrimonio lo siguen teniendo”. “Como siempre, el que no está urgido por vender puede esperar a que mejore el mercado. Esa es la esperanza que tenemos”, concluyó.