Las prepagas ya envían facturas con aumento pese al congelamiento anunciado por el Gobierno

Las empresas del sector de medicina privada comenzaron a notificar a sus afiliados sobre un próximo aumento del 6,97% en las cuotas para el mes de octubre. Este anuncio generó controversia, ya que contrasta con la medida de congelamiento anunciada por el ministro de Economía, Sergio Massa.

En este sentido, el titular del Palacio de Hacienda dijo hoy que convocó a las empresas a una reunión para mañana a las 17, donde se abordará la cuestión. En una entrevista con Canal 9 de Entre Ríos, provincia a la que viajó para anunciar el Pre viaje 5, el funcionario anunció el encuentro y anticipó que exigirá a las empresas que cumplan con el congelamiento.

A pesar de la declaración de Massa, las empresas argumentan que, dado que no existe un decreto oficial que respalde el congelamiento, están enviando los avisos de aumento conforme a la normativa vigente. De hecho, para el mes de septiembre, ya han emitido facturas con un incremento del 7,18%. En consecuencia, si estos ajustes se mantienen, se estaría acumulando un aumento aproximado del 14% entre septiembre y octubre, a menos que el gobierno tome medidas concretas al respecto.

La medida de suspensión del aumento de medicina prepaga para familias con ingresos inferiores a $2 millones mensuales fue incluida por Massa en sus anuncios posteriores a la devaluación post-PASO. Sin embargo, las empresas aún no han emitido declaraciones públicas al respecto, ya que están a la espera de una oficialización de la medida. Los representantes del sector señalan que la decisión carece de lógica, especialmente considerando el constante aumento de otros costos.

Desde el año 2022, los incrementos en las cuotas de las prepagas se basan en la variación del índice de costos de salud, un indicador desarrollado y publicado por la Superintendencia de Servicios de Salud. Además, en febrero del año pasado, el Gobierno implementó un sistema de ajustes mensuales que permite solicitar un tope en el aumento si no se supera cierto nivel de ingresos.

A pesar de que las empresas aún no tomaron una postura pública, se están evaluando diversas alternativas en respuesta a esta medida. Entre las opciones consideradas se encuentran la posibilidad de llevar el asunto a los tribunales, la implementación de copagos (algo que ya ocurre en varias partes del país) y la congelación de los aranceles para los proveedores. Sin embargo, esta última opción fue rechazada rotundamente por clínicas y sanatorios, que advierten sobre la posibilidad de una crisis en todo el sistema de salud en caso de implementarse.

Desde marzo se observó un traslado significativo de planes de salud más costosos a opciones más asequibles, ya que la clase media busca mantener un nivel básico de atención médica ante la sobrecarga de los hospitales públicos. Según datos proporcionados por las prepagas, por primera vez ocurrió que el número de nuevas afiliaciones es menor que el de cancelaciones, una situación que no se había experimentado desde la crisis del 2001.

A partir de entonces, los aumentos mensuales en las cuotas continuaron creciendo con base en acuerdos entre el sector y el Gobierno, mientras que la inflación general llevó a los consumidores a priorizar ciertos compromisos financieros. En caso de que el aumento planificado para septiembre se efectúe, el incremento acumulado en los primeros nueve meses del año ascendería al 78,1% (o al 63,8% para aquellos con menores recursos, como se acordó previamente).

En febrero del año pasado, en respuesta a críticas sobre los aumentos de las prepagas por parte de la vicepresidenta Cristina Kirchner, se modificó el enfoque para aplicar los incrementos en las cuotas. A partir de entonces, aquellos con ingresos netos inferiores a seis veces el salario mínimo debieron presentar una declaración jurada para limitar el aumento al 90% de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).