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Provinciales > Historias sanjuaninas

Nunca imaginó trabajar en pandemia y hoy, como desde hace un año, es la encargada de distribuir las dosis contra el Covid

Marita Sosa fue la primera vacunadora en San Juan que inició, hace un año, con la colocación de vacunas para contrarrestar la enfermedad que puso en jaque al mundo entero.

29 de diciembre de 2021

Pasó un año desde aquel momento que, temerosa, estaba en medio del Estadio Aldo Cantoni. Entre sus manos giraba el primer componente que llevó prácticamente diez meses conseguir para contrarrestar al Covid-19. Sabía que no era un día más, sino que ese marcaba el inicio de un proceso para aminorar los contagios y generar inmunidad ante un flagelo que puso en vilo la salud del mundo entero. Marita Sosa es sanjuanina. Tiene 44 años y lidera el programa de inmunización en la provincia. Si bien esto formó parte de su epopeya profesional, desde siempre quiso hacerlo, aunque jamás pensó que sería en medio de una pandemia que generó millones de muertes.

Hoy mira ese día como algo lejano, pero asegura que lo atesora como el comienzo de la esperanza para volver a retornar a la vida anterior. Sin embargo, pone reparos y cuenta a DIARIO HUARPE que es necesario realizar cambios en los hábitos para no poner en peligro nuevamente el sistema.

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Sosa dijo que el año fue esperanzador en cuanto al avance de la vacunación. Foto: archivo DIARIO HUARPE.

Contó que fue un año intenso de trabajo. Su reloj sonaba antes de la 5 de la madruga de lunes a lunes. No había excusas para no llegar a las 6 al vacunatorio central desde donde coordinaba a más de 30 personas y se encargaba de distribuir todas las dosis que llegarían a cada rincón de la provincia.

El procedimiento se repetía día a día. Si bien tenía horario de entrada, las agujas se borraban de vez en cuando y la salida era fluctuante: a veces al mediodía, otras en la siesta y hubo casos en donde sostiene que trabajó de sol a sol. “Es una gran responsabilidad”, confesó.

La funcionaria vacunó por primera vez en San Juan. Foto: archivo DIARIO HUARPE.

La mujer pasó por diversos momentos. De la algarabía del principio por saber que todo marchaba bien, hasta momentos en donde las dosis eran escasas y tenían que necesariamente hacer una selección de grupo por la exposición ante el virus o su condición etaria. “Era angustiante”, reconoció.

Sosa comentó que esa situación se fue modificando a medida que llegaban dosis. La profesional dijo que todos eran prioritarios sobre todo para bajar la escalada de contagios, pero debieron ir escalonando al punto que actualmente liberaron la vacunación para todos los grupos tanto para primera como segunda dosis del esquema inicial.

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“En cada dosis puesta siento esperanza para volver a retomar la vida que teníamos antes, pero como aprendizaje, algo nos debe quedar”, sostuvo.

Foto: archivo DIARIO HUARPE.

Siempre le gustó todo lo relacionado con el mundo de la ciencia y de las vacunas. Desde que tiene su título trabajó en la parte pública. Aunque nunca imaginó estar en la primera línea de batalla contra un enemigo invisible. Tampoco pensaba encabezar los programas de vacunación contra el Covid-19 en San Juan. Tarea que ahora agradece, pese a que la define como extenuante.

De vez en cuando, Sosa cuelga su mameluco y deja a un costado los guantes y la jeringa. Tiene madre y un hermano con los que pasa la mayor cantidad del tiempo que le queda disponible. Su papá falleció en medio de la pandemia, pero no quiso ahondar en detalles porque todavía le es un tema doloroso. “Mi familia es mi sostén. Siempre me apoyaron en lo que yo quería estudiar”, opinó.

Su tarea habitual era suministrar y garantizar las dosis en cada punto de San Juan.Foto: archivo DIARIO HUARPE.

Sosa estudió tres años la Licenciatura de Enfermería en la Universidad Católica de Cuyo. Una vez recibida viajó a Córdoba para completar otro postgrado en la Escuela de la Salud. A esa formación le sumó diferentes capacitaciones sobre el manejo de vacunas en la Universidad de Aconcagua. Sin embargo, no cierra su puerta ahí y ya está planificando nuevos desafíos formativos para el 2022.

Ahora está conforme con lo que hace. También distiende haciendo manualidades: desde pinturas hasta tejidos son los hobbies que la sacan de su rutina habitual. Aunque más allá de haber puesto algunas dosis sostiene que extraña pinchar un poco más porque todo este tiempo estuvo abocada a la coordinación del personal garantizando de que no faltaran dosis en los departamentos. Ese será otra de las metas del próximo año: volver a terreno.

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