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Vecinos de Villa Nueva denuncian que no tienen agua potable y piden soluciones
Vecinos de la zona de Villa Nueva, en Calingasta, denuncian que están sin agua potable desde hace una semana y no tienen respuestas de las autoridades.
POR REDACCIÓN
Vecinos del barrio Villa Nueva, en Calingasta, denuncian falta de agua potable desde hace casi una semana producto de una lluvia que generó una creciente en un afluente del Río San Juan. El jueves pasado, el gran caudal generó que el canal que transporta el agua hacia la planta potabilizadora de la zona se tape. Los calingastinos reclaman por la falta de respuestas de las autoridades para conseguir una máquina que destape el conducto.
En total, son 32 las casas que componen la zona de Villa Nueva, Castaño y cercanías del Cementerio de Calingasta. Estos barrios ubicados al norte del departamento y en cercanías a la Cordillera de los Andes son un territorio sin agua potable que depende de camiones para abastecerse.
Gustavo Recabarren, vecino de la zona, señaló a DIARIO HUARPE que es la municipalidad quien se encarga de llevarles agua, no OSSE. “Nos traen del centro de Calingasta cada cuatro días agua potable en tachos”, señaló. Frente al reciente problema, los vecinos esperan que la intendencia realice un trabajo de limpieza en el canal para permitir que el caudal llegue a las piletas. Sin embargo, aún no tienen respuestas.
“Nadie se acerca a solucionarlo. Hablé con un muchacho encargado de una cuadrilla del municipio y dice que no tiene ninguna respuesta todavía”, detalló el vecino.
Mientras esperan respuestas, más de 30 familias continúan sin poder acceder a agua potable para su uso diario. “Algunos vecinos están cargando agua de las acequias para poderse bañar, o echan con un balde en el tanque de agua para poder lavar”, aseguró.
Si bien la creciente es el problema más urgente de los vecinos, no es el único conflicto respecto al agua, ya que como señaló Recabarren “hay una planta potabilizadora en la zona, pero las piletas están sucias y sin mantenimiento, por eso el agua siempre sale turbia”.
Esto genera enfermedades gastrointestinales en la población, sobre todo en los niños. “La mayoría de los chicos están enfermos del estómago. El agua les hace doler mucho la panza”, precisó el vecino.
El conflicto se generó hace cuatro años, cuando el pozo que hicieron desde el municipio para extraer agua se secó. A partir de ese momento, decidieron volver al sistema de la planta potabilizadora. Sin embargo, los vecinos aseguran que el agua que llega a los domicilios es turbia porque no hay mantenimiento de las piletas a las que llega el agua del río.
Mientras esperan respuestas oficiales, los vecinos de la parte norte de Calingasta continúan sin tener agua para consumo humano.