Provinciales > Historias sanjuaninas
Vicente, el bebé sanjuanino que nació gracias a tres policías y superó todas las barreras
El pequeño pesó 3,700 kilogramos. La madre contó que estuvo unida por el cordón umbilical casi una hora posterior al parto.
Por Facundo Merenda
Nunca se imaginó parir dentro de su casa, pero Vicente decidió que así fuera. La sanjuanina Emilia Rey, de 31 años, vivió una odisea durante la madrugada del miércoles cuando comenzó con contracciones que le impidieron seguir con su vida normal. La mujer, que transitaba la semana treinta y siete, no tuvo otra opción que recibir a su segundo hijo en el interior de su hogar en Concepción, departamento Capital.
El nacimiento de Vicente modificó los planes de la familia. Rey tenía pensado ir en estos días a su ginecólogo para que cuando cumpliera las treinta y ocho semanas le pudieran practicar el parto. Sin embargo, los dolores le apuraron el trámite. Su marido, Víctor Ramos de 30 años, llamó a la ambulancia, aunque esta demoró cerca de una hora. Los médicos llegaron cuando el niño ya estaba entre los brazos de su mamá.
“Cuando empecé con contracciones rompí bolsa y todo pasó muy rápido. Teníamos que ir a la Clínica Santa Clara, por eso me estaba dando una ducha. Cuando de repente sentí que mi hijo venía en camino”, comentó la mamá.
No obstante, el pedido de Ramos se hizo escuchar en otra repartición pública: la Comisaría Segunda. Los flamantes padres contaron a DIARIO HUARPE que un patrullero se comisionó en la puerta de su vivienda cerca de las 7 de la mañana. Supuestamente le dijeron que iban a corroborar que el aviso a la ambulancia era cierto y no se trataba de una broma, eso teniendo en cuenta el recurso sanitario finito en tiempos de pandemia.
El marido los invitó a pasar al interior de la casa y les explicó lo que sucedía. Rápidamente ingresaron los tres policías: Nicolás Pereyra, Roberto Ruarte y Adrián Manrique. Adentro se encontraron con Rey a punto de dar a luz.
“No había forma de dar ni siquiera un paso porque el bebé ya estaba saliendo”, explicó la madre.
Desesperada, la mujer pidió a los policías que la llevaran a la clínica. Pereyra tomó la voz de mando y la miró fijo. Al mismo tiempo le pedía que se tranquilizara mientras le contenía la cabeza. “Señora, su bebé ya viene en camino”, le dijo el efectivo. Rey no lo podía creer. Estaba nerviosa y pensaba que no sería posible darlo a luz en esas condiciones. De pronto el joven tomó unos guantes y así arrancó el proceso de alumbramiento.
En la habitación estaba la hija de la pareja, Ema de 3 años. El padre la sacó del lugar para que no viera la escena que duró apenas algunos minutos porque el pequeño salió rápidamente. El bebé pesó 3,700 kilogramos. El nombre ya lo tenían previsto. En un juego entre los padres surgió que llevara la inicial “V” en honor a Víctor, tal como lo hace su hija Ema al comenzar con la letra de su madre.
“Muy lejos soñé o planifiqué un parto en mi casa”, explicó Emilia.
Una vez que el bebé nació, el pequeño quedó unido a su mamá por medio del cordón umbilical. Los efectivos apuraron a la ambulancia para que los separaran, sin embargo el móvil demoró cerca de una hora. La madre estuvo preocupada todo ese tiempo. Cuando llegaron los médicos la llevaron hasta el Hospital Guillermo Rawson donde permanecerá internada hasta la tarde de este jueves para terminar con los chequeos médicos.
Rey dijo que ambos “están bien”, aunque los profesionales le explicaron el peligro que pudo haber corrido el pequeño al estar tanto tiempo unido al cordón fuera de la panza.
La familia quedó agradecida con el accionar de los tres efectivos. En ese momento no alcanzaron ni a tomarse una selfie debido al momento de nervios que estaban atravesando, pero comentaron que una vez que el bebé se reponga esperan volver a su casa e ir a visitarlos a la comisaría.