Salud y Bienestar > Propiedades nutricionales
La bellota, el fruto olvidado que podría revolucionar la alimentación saludable
Un estudio de la Universidad de Córdoba destaca el alto valor nutricional y nutracéutico de la bellota, con grasas saludables, proteínas y compuestos antioxidantes, posicionándola como una opción sostenible y apta para celíacos.
POR REDACCIÓN
Un reciente estudio desarrollado por la Universidad de Córdoba resalta el potencial de la bellota de encina (Quercus ilex), un fruto tradicionalmente subestimado, como una alternativa nutritiva y funcional para la alimentación humana moderna. Durante siglos relegada a la alimentación animal, la bellota emerge ahora como un alimento con propiedades que podrían cambiar la forma de concebir una dieta saludable y sostenible.
La investigación, publicada en la revista Future Foods, analizó ejemplares recolectados en diversas regiones de España, empleando técnicas avanzadas como espectroscopía infrarroja, cromatografía líquida y espectrometría de masas. El equipo científico identificó más de 1.100 características metabólicas por muestra, evidenciando un perfil nutricional excepcional.
Entre los componentes destacados se encuentran:
- Un contenido cercano al 50% de almidón, que aporta energía de calidad.
- Grasas insaturadas, principalmente ácido oleico, similar al aceite de oliva.
- Proteínas y minerales esenciales como hierro, calcio, fósforo, potasio y sodio.
- Un perfil libre de gluten, lo que la convierte en una opción viable para personas con celiaquía.
Además, se detectaron compuestos bioactivos como fenoles, flavonoides y tocoferoles, que confieren propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. En total, el análisis metabolómico identificó 35 compuestos con funciones biológicas comprobadas, reforzando el valor nutracéutico de la bellota.
La investigación también reveló una notable variabilidad entre las bellotas, atribuida tanto a factores genéticos como a la microbiota asociada a cada semilla. Esto permite diferenciar entre bellotas grandes y poco amargas y otras de tamaño medio con mayor amargor, lo que abre la puerta a la selección y mejora de variedades para optimizar su uso en la alimentación humana e industria.
Desde la Universidad de Córdoba destacan que “Miles de especies valiosas permanecen infrautilizadas, mientras el sistema alimentario global depende de unas pocas. Redescubrir frutos como la bellota podría ser clave en un escenario de cambios climáticos y crisis alimentarias”.
Históricamente, la bellota fue un alimento fundamental para civilizaciones mediterráneas, especialmente en tiempos de escasez, pero en la actualidad su uso se limita mayormente a la alimentación animal. El resurgimiento del interés por este fruto refleja una tendencia global que busca diversificar las fuentes alimentarias con ingredientes locales, resistentes, nutritivos y sostenibles.
La incorporación de la bellota en la industria alimentaria podría impulsar la creación de nuevas harinas, snacks y productos funcionales, incluyendo opciones para celíacos con trazabilidad certificada. Las técnicas bioquímicas avanzadas garantizan la calidad y autenticidad, facilitando su aceptación en el mercado sin comprometer la biodiversidad.
Así, la bellota de encina se transforma en una alternativa real para quienes buscan alimentos saludables, accesibles y alineados con los desafíos ambientales actuales. Su riqueza en nutrientes, compuestos bioactivos y la adaptabilidad de la encina la posicionan como un superalimento mediterráneo con gran potencial para el futuro de la alimentación.