De bolsas de basura, al hallazgo de un cuerpo calcinado

Las horas de la tarde del martes fueron las más intensas de la Policía en esta semana. Casi toda la fuerza estaba decidida a  llegar a un desenlace con el caso de Brenda en Villa Mallea y en inmediaciones. La joven madre era intensamente buscada hace cinco días, pero hubo un giro en la causa a partir del hallazgo del cuerpo de una mujer, que estaba calcinado y semienterrado a pocos metros donde fue vista por última vez.

Previo a encontrar el cadáver con tintes macabros, el juez del Primer Juzgado Correccional que llevaba a cabo la investigación para encontrar el paradero, Juan Pablo Ortega, tomó indagatoria a José Guajardo, el supuesto amante de Brenda, según fuentes judiciales.

 El hombre dijo que no había visto a dónde fue a la joven, pero luego confesó al magistrado que observó a la mujer arrodillada mientras el marido, Diego Alvarez le pegaba. Todo esto mientras huía del lugar. Por eso el juez decidió detenerlo por abandono de persona. Pero fue liberado en las últimas horas.

Este relato encendió las alarmas en las divisiones de la Policía de  San Juan. La hipótesis de encontrar viva a la mujer se creyó y la de hallarla muerta creció. Cabe destacar, que durante estos cinco días, los efectivos policiales buscaron a una mujer que había huido de su esposo cuando la encontró con otro hombre, Guajardo. En todo momento las autoridades creyeron que la mujer estaba en algún lugar escondida, según fuentes policiales.

En el operativo realizado este martes, efectivos policiales encontraron cerca de las 18, en calle Lahoz hacía el final, unas bolsas llamativas y que tenían a su alrededor restos óseos. Por eso y de inmediato llamaron a las autoridades de la plana mayor de la Policía. Pero al llegar al lugar, el jefe de Policía Luis Martínez, el subjefe Carlos Castillo  y el secretario de Seguridad Gustavo Fariña encontraron bolsas de basura y huesos de animales. Fue una falsa alarma.

Sin embargo, todo no terminó ahí. Dos horas después, los efectivos policiales encontraron un cadáver a pocos kilómetros. El hallazgo se dio a partir de que la división Homicidios obtuvo la declaración de tres chicos, uno de 16 y dos de 14 años, que vieron a Álvarez haciendo fuego en la zona el mismo jueves de la desaparición de Brenda. El hombre trató de correrlos del lugar y les pidió que le hicieran una recarga de 500 pesos al celular para llamar a su suegra, según el relato de los testigos. También dijeron que al marido le vieron sangre en la mano, indicaron fuentes policiales.

Ahora la Justicia trata de establecer la identidad de los restos humanos para saber si es Brenda Verónica Requena Montaña. El juez del Cuarto Juzgado de Instrucción, Martín Heredia Zaldo, señaló que los resultados del ADN y las muestras dentarias estén la semana que viene probablemente.

Nuevos rastrillajes

Este miércoles por la mañana siguieron los rastrillajes en Villa Mallea y en la escena del crimen. La Policía secuestró los celulares de todos los integrantes de la familia Álvarez, pues sospechan que el esposo de Brenda actuó con un cómplice, en caso de confirmarse que el cuerpo es el de la joven.

Por otra parte, los investigadores continuaron en la búsqueda de nuevos rastros. Analizaron prendas  y huesos que había en el descampado.

Casa de Brenda y Diego

La vivienda donde vivía la pareja quedó deshabitada y llena de guantes, que usaron los efectivos de Criminalística. Los mismos fueron vistos en la entrada de la casa. Los hijos del matrimonio quedaron al cuidado de la tía y de la abuela, según dijeron vecinos.