Décadas de diversión: dónde unos vieron películas, otros hoy bailan

Toda una vida dedicada al entretenimiento de la comunidad es la que tiene la familia González en Sarmiento. Primero con un cine, el único en Villa Media Agua y el que está en la memoria de cientos de vecinos que vieron por primera vez un film en la década del 70, y ahora con un boliche para alegrar las noches de los más jóvenes.

Mariné, es la hija de Justo González quien estuvo a cargo durante años del Cine Sarmiento, ubicado en calle Eugenio Vargas en pleno corazón de Villa Media Agua, y quien le contó a DIARIO HUARPE la historia de este icónico lugar: “Mi abuelo, Francisco, fue el primero en la familia en hacerse cargo del cine pero luego se enfermó y mi padre tomó el trabajo de administrarlo a partir del año 74 y lo remodeló”.

Este espacio era la única diversión que había el departamento del sur y como suele suceder en los emprendimientos familiares, todos aportaron para que el servicio fuera el mejor.  Al respecto, Mariné comentó: “Mi papá recibía entradas, mi mamá las vendía y con mi abuelo nos hicimos cargo de la cantina”.

Pensar en administrar un cine no era tan sencillo. Es que parte de la familia tenían que trasladarse hasta la vecina provincia de Mendoza para buscar “la peli del finde”. Sobre esto, Mariné recordó que “los miércoles nos íbamos a Mendoza con mi mamá a programar las cintas. De allá nos mandaban los rollos de las películas en colectivos de la empresa TACC. Pasaba el fin de semana, y el lunes devolvíamos las cintas”.

El Cine Sarmiento tenía funciones los sábados y domingos en la noche y el género que más llamaba la atención era el cowboy.

 “Fue una experiencia bárbara tener un cine. La gente siempre me dice que haría falta volver a tenerlo porque era para toda la familia. Algunos me dicen que se pusieron de novios ahí, es muy gratificante saber que este lugar significó mucho vecinos”, dijo Mariné.

El paso del cine al boliche

El avance tecnológico hizo que el cine, de a poco, perdiera su magia. En este sentido, Claro manifestó: “Cuando surgieron las videograbadoras, la gente empezó a ir menos al cine. Lo que hizo mi papá fue cerrarlo y alquilarlo. De hecho, en un momento la Casa de la Cultura funcionó ahí. Pero después tomé la posta y me decidí a reflotarlo con un boliche”.  

Al comienzo fueron bailes retro pero hoy es el boliche Victoria y abre las puertas para los jóvenes sarmientinos todos los viernes.

 La elección del nombre ‘Victoria’ no es azarosa, sino que responde también a un espacio destinado al esparcimiento. Al respecto, Mariné explicó que “en la zona donde está el boliche estaba la pista Victoria de Media Agua, ahí se hacían los bailes populares en la década del 40”.

“La verdad es que a todo una vida dedicada al pueblo y es hermoso” concluyó Mariné González.