El dolor de tres hermanas sanjuaninas: su papá murió por Covid-19 y su mamá está grave

La casa no está en orden. El coronavirus dejó en completa soledad a tres hermanas sanjuaninas que debieron armarse de valor para soportar que sus padres fueran alcanzados por el virus  y ambos terminaran internados en grave estado. En las últimas horas falleció su papá, Daniel Castro de 47 años, aunque ahora toda la atención está puesta en su madre, Carina Reta de 46, que está peleando segundo a segundo por sobrevivir.

Paula Castro es la mayor de tres hermanas. Tiene 23 años y escuchó lo más difícil. Los médicos le sugirieron ir comprándole una parcela a su mamá porque, de acuerdo a los partes diarios, su estado de salud es delicado. Sin embargo, quien terminó empeorándose y muriendo a los días fue su papá que estaba cursando la enfermedad aislado en su vivienda en el barrio Camilo Rojo, departamento Santa Lucía.

La joven contó que el virus irrumpió en su hogar el pasado 18 de abril. La familia tuvo un contacto estrecho con una persona que el día anterior había dado positivo de Covid-19. Este encuentro fue letal. Ella junto a sus papás y sus otras dos hermanas, Georgina de 21 y Aldana de 13, tuvieron que hacer aislamiento estricto para evitar la propagación del virus. Todo iba bien, hasta que el 28 de abril Carina dejó de saturar, a niveles óptimos, oxígeno en sangre. Paula llamó al 107 y explicó que en cinco minutos estuvieron en su casa. Tuvo suerte. Su mamá encontró cama en el Hospital Marcial Quiroga donde continúa internada.

Los médicos fueron terminantes. La mujer no se encontraba en buenas condiciones. Les aconsejaron a las hermanas ir previendo esta situación por un inminente desenlace todo combinado a que su mamá tiene un grado de obesidad que complicó aún más su panorama sanitario. En la casa reinó la preocupación e ingresaron a codearse con la muerte. Cadenas de oración en redes sociales y audios de WhatsApp para darle aliento a Carina fueron las claves para que la mujer lograra sobreponerse a esas horas críticas y siga con vida.

En el medio de esta mala racha, una nueva arista volvió a alterar la rutina dentro de esa familia. El cuadro de Daniel empeoró. El hombre estaba atento a la recuperación de su esposa, aunque sus pulmones lo obligaron a requerir una internación en el Hospital Guillermo Rawson. “Mi papá me dijo que iba a volver, pero no volvió”, contó Paula a DIARIO HUARPE.

Castro pasó una semana internado. El hombre supo trabar varias amistades debido a que trabajó durante más de 26 años conduciendo un taxi, tarea que hacía hasta la actualidad. Las campañas de oración se multiplicaron, sin embargo los médicos les confirmaron a sus hijas la peor noticia. La información les llegó el domingo 9 de mayo a las 15:45: “¿Ustedes son familiares de Daniel Castro?, él falleció”, ese fue el mensaje.

Llorando, y en un estado de desesperación, las hermanas llegaron hasta ese nosocomio capitalino, aunque desde la garita de seguridad les dijeron que su padre no estaba en la nómina de los fallecidos. Así estuvieron por más de una hora hasta que finalmente Paula pudo acceder a la cama en donde estaba muerto su papá. La joven pidió explicaciones y le comunicaron que falleció de un paro cardiorrespiratorio. Uno de los facultativos le contó que Daniel pasó sus primeros días muy alterado por la salud de su mujer lo que derivó en un coma inducido. Si bien tuvo algunos avances, el virus generó estragos en su organismo.

Paula sacó fuerzas y pidió la documentación de su padre para llenar el acta de defunción. Su novio le acercó la ropa para vestirlo. El proceso fue angustiante: solamente tuvo escasos minutos para procesar el duelo. Estaba con mameluco y todo el equipo de seguridad para evitar que en ese último adiós contrajera la enfermedad.

Las hermanas están transitando actualmente por un profundo dolor. A eso se le suma la preocupación por el estado de salud de su mamá quien todavía sigue internada a la espera de su evolución.

Más allá de lo que les toca atravesar en su hogar, Paula destacó que algunos vecinos de su barrio fueron pocos solidarios con ellos y con otras personas que dieron positivo de Covid-19. Prácticamente se sintieron discriminados porque nadie los ayudó en este proceso de aislamiento que mantuvieron dentro de su casa. Confesó que en algunos negocios todavía no las quieren atender por miedo a que estén contagiadas.