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La increíble y extensa historia detrás de la planta tomatera estatal de 9 de Julio

Antes del anuncio con bombos y platillos hubo varios capítulos, incluido el del megaproyecto del magnate egipcio que murió hace poco, una visita presidencial y más.

24 de abril de 2021

Durante la visita de Wado de Pedro, el ministro del Interior de la Nación, uno de los anuncios más importantes fue el de la creación de una planta de industrialización de tomates estatal en un predio nuevejulino. La noticia fue motivo de festejo, pero a su vez, a los más memoriosos, les recordó una extensa novela de idas y vueltas. Algunos capítulos, con anuncios incluidos, fueron tapas de diarios, otros pasaron más desapercibidos. La esperanza común es que este sea el último.

La historia va por dos carriles paralelos. Por un lado el de la planta en sí, un proyecto que tenía en bandeja el Gobierno de San Juan desde hace años y tuvo sus tropezones. Por el otro, el más extenso, el del predio que ha tenido hasta inauguraciones pomposas en su haber.

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Dos veces polo energético, ahora parque industrial: el derrotero del predio

En 2013, en plena campaña de elecciones legislativas, Cristina Kirchner llegó a San Juan para el lanzamiento de la primera fábrica de paneles solares de Latinoamérica. La entonces presidenta recorrió un predio nuevejulino y ahí le contaron cómo habían llegado a ese punto: el EPRE, que poco antes había recibido los derechos de uso por 99 años, ya había invertido en una línea de alta tensión, en las casi 40 hectáreas una empresa alemana histórica iba a empezar a construir los cimientos y con suerte algunos años después el lugar iba a vender celdas fotovoltaicas al país, Latinoamérica y hasta el resto del mundo.

Así iba a verse la primera fábrica de paneles solares de América Latina que iba a estar en 9 de Julio. (Imágenes EPSE)

El anuncio no solo tuvo impacto en la provincia en ese momento, también hizo ruido a nivel nacional. Pero poco después empezaron a surgir los problemas que terminaron por darle de baja al proyecto alemán. Un informe técnico demostró que el suelo del lugar no reunía las condiciones para que empezaran con la fabricación de los paneles y, 8 años después, trasladaron la idea a Pocito donde todavía está en desarrollo. Tras eso, la idea de las energías seguía en pie, se barajó la posibilidad de instalar paneles para producción de electricidad, aprovechando las inversiones ya hechas y que seguía en manos del EPSE, pero tampoco se dio. 

Además de construir paneles, tenían pensado instalar un parque solar (Imágenes EPSE)

Tras años de dudas sobre su futuro, el 2016 el municipio de 9 de Julio decidió recuperar este espacio, ubicado en calle Zapata. El convenio por el que quedaba en manos del EPSE fue dado de baja y ahí surgió el plan de convertir las 40 hectáreas en un parque industrial. Recién en 2018 dejaron todo listo para empezar a ofrecer terrenos a distintas empresas para que instalaran sus industrias en el lugar. 

El desembarco egipcio que terminó entre la incertidumbre 

Marcelo Ale, de la Municipalidad de 9 de Julio, contó que hubo varias ofertas a final de ese año. Pero un oferente terminó llevándose toda la atención. Ibrahim Khalifa, vicepresidente de un gigante de alimentos egipcio pidió quedarse con todas las parcelas. El nombre puede sonar conocido, ya que se trata del mismo empresario que murió en un trágico accidente en Mendoza a  finales de marzo de este año. 

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Ibrahim Khalifa, a la izquierda, junto a Gustavo Núñez cuando anunciaron la mega inversión egipcia.

La propuesta egipcia tenía cinco proyectos relacionados a la industria de los agroalimentos, que incluían una planta tomatera, alfalfa y hasta frutos secos, todos con intención de producir para exportar. Con los meses fueron aprobando todas las instancias, incluidas declaraciones de impacto ambiental, factibilidad y los trámites necesarios Cuando todo estuvo listo el municipio le cedió la titularidad de todas las parcelas del parque industrial a una misma empresa, la de Khalifa. Era un escenario alentador, pero era también febrero de 2020. 

La pandemia, el imprevisto menos pensado dejó el mega proyecto egipcio en stand by, la empresa tenía el plazo de un año para empezar a construir y hasta hubo algunos contactos por parte de Khalifa, que ya había generado un vínculo con el municipio y la provincia y residía en Buenos Aires.

Pero la cuarentena, los problemas económicos del país y del mundo no ayudaron a la situación. En febrero de 2021 la internacional podía pedir una prórroga, pero no lo hizo. En el boletín oficial apareció el anuncio de que, otra vez, el predio quedó quedó vacante. 

Del otro lado, la planta tomatera estatal que nadie quiso construir 

La idea de que la provincia tenga su propia procesadora de tomates no es nueva. San Juan tiene una gran cantidad de pequeños chacareros que producen esta verdura en muy buena calidad, pero para poder darle valor agregado, la mayoría no cuenta con los medios económicos para invertir. Por eso venden a industriales la materia prima, sin poder sacarles todo el provecho. 

El objetivo es que los procesos industriales sean más accesibles para los chacareros locales.

El intento con más chances que tuvo San Juan de cumplir este anhelo fue en 2017. Ese año el Gobierno lanzó una licitación para construir una planta y ofrecieron un presupuesto de $170 millones para eso. Pero solo una empresa se presentó y presupuesto la obra por casi $340 millones, por lo que la obra no se construyó. 

La buena noticia que esperaba la provincia tuvo que esperar hasta 2020, cuando en plena pandemia y cuando se discutía el Acuerdo San Juan, el ministro Andrés Diaz Cano anunció que la provincia había conseguido finalmente el financiamiento necesario. El BID aportará un subsidio del 90% de lo que cuesta la planta y el restante 10% en formato de crédito, que pagará San Juan. Esto significa que están asegurados los U$D 7.5 millones necesarios. 

Y al fin, los proyectos, acuerdos y fondos se alinearon 

Estas dos extensas novelas, la del predio nuevejulino y la planta tomatera estatal, parecen haber llegado a su último acto. Cuando se cayó el acuerdo egipcio el Gobierno de San Juan negoció utilizar cinco de las parcelas disponibles. El proyecto pasó por las últimas revisiones, pasó los filtros y con el dinero asegurado por financiación internacional, parece que durante la visita de Wado de Pedro fue el último anuncio al respecto. 

La licitación tendría lugar en los próximos meses, durante la construcción esperan que se generen al menos un centenar de puestos de trabajo y luego la planta podrá procesar y darle valor a 800ha de producción de tomates de San Juan. 

Desde la municipalidad aseguraron que ya hay al menos un interesado más en las parcelas que quedaron vacantes tras la salida de la empresa egipcia. Otra industria agroalimenticia, que también se dedica a procesar tomate, ya empezó los trámites para quedarse con una porción del parque industrial. Se trata de Nordeste SRL, que sería la segunda tras la planta pública. 

Además, comenzaron a llamar a aquellos que se quedaron fuera por no poder competirle a la empresa de Ibrahim Khalifa y esperan que vayan apareciendo más interesados, debido a las facilidades en cuanto a impuesto a infraestructura del lugar. Incluso, que empiecen a construir el proyecto del Gobierno será un empujón. 

También conservan la esperanza de que los inversores egipcios vuelvan a mirar 9 de Julio. "No tuvo que ver con problemas con la empresa y mucho menos con la muerte de Ibrahim, con quien teníamos una excelente relación, sino con la pandemia", explicó Marcelo Alé, funcionario del municipio. Por eso ya empezaron a preparar un predio que está al lado para hacer un Parque Industrial 2. Confían en que la inercia ahora sí les juegue a favor. 

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