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La docente sanjuanina que puso a cantar a toda una escuela tras obtener su jubilación

Mónica Lucero tiene 65 años. La profesional escribió siete himnos para distintas escuelas. Su pasión por la música surgió cuando era niña y formaba parte de “La Pandilla del Tío Melchor”, que se emitía por Colón.

12 de abril de 2022

Nació el 12 de marzo de 1957 y abrazó la docencia desde que era apenas una adolescente. Mónica Lucero tiene 65 años y es profesora de música. Hace algunos días obtuvo su jubilación, esa que pensó que jamás llegaría porque todavía se siente activa y con ganas de crear nuevas canciones.

Era un día como cualquier otro, aunque para ella sabía distinto: era la última vez que ingresaría a dar clases en los pasillos de la Escuela Froilán Ferrero, en Pocito. Llegó muy arreglada, como lo hizo desde el momento cero y empezó a caminar por el patio. Una sorpresa lo cambió todo. Sus alumnos salieron del interior de los cursos y le cantaron el himno de la escuela que ella misma escribió.

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La emoción se percibía entre estudiantes y docentes. Ella comenzó a coordinar los tonos con sus manos, como dirigiendo la batuta. Estaba contenta porque vio que lo que sembró durante toda su carrera había dado frutos.

“Fue emocionante. Pensé que ese día no iba a llegar. Es muy duro el hecho de decir adiós”, comentó a DIARIO HUARPE.

Mónica fue despedida por un grupo de docentes tras obtener su jubilación. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Mónica comenzó cuando era adolescente. Egresó de la Normal Superior Sarmiento y con 17 años se puso al frente de un aula. Contó que tenía alumnos un año más grande que ella, pero eso nunca le importó para hacer lo que más le gustaba: enseñar por medio del canto. A lo largo de su carrera escribió más de siete canciones para diferentes escuelas y estas con los años se transformaron en himnos.

La canción de su despedida en la Froilán la escribió en 2012, pero recién en 2017 obtuvo el reconocimiento de los directivos y se institucionalizó. El trabajo no tan solo fue mérito de ella, sino también de sus alumnos. En aquella oportunidad, como en el resto de sus creaciones, anotó el nombre de la escuela en la pizarra y la enmarcó con un círculo. Pidió a los chicos que hicieran una lluvia de ideas para que aportaran datos de lo que representaba la institución para su vida. 

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La guitarra es su fiel compañera. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

A medida que los estudiantes hablaban, Lucero anotaba las ideas en la pizarra. Así fue como elaboró en apenas veinte minutos la canción para la EPET Nº 7. Después se sumaron la EPET Nº 5, la Victorina Lenoir de Navarro, en Media Agua en el departamento Sarmiento; la República Oriental del Uruguay en Villa Observatorio. Una vez concluida la letra, Mónica llevaba la guitarra y componían la melodía.

“Los chicos cantan esas canciones porque les da identidad”, indicó.

Lucero tiene un piano en su casa en donde pasa la mayor cantidad de tiempo. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Entre los proyectos pendientes, Mónica tiene dos. El primero es inaugurar el himno de la Escuela Blas Parera en Chimbas. Esta canción la hizo a finales del año pasado, pero no la pudo instaurar durante estos dos primeros meses de este ciclo lectivo. El segundo es el de la institución Faustina Sarmiento, frente a la plaza de Desamparados, aunque ese todavía no tiene la declaración de himno.

Lucero no tan solo hizo creaciones de himnos escolares, sino también le puso letra y voz a una canción que se estrenó en el año 2015 para el departamento Chimbas. Su sueño es concretar la que escribió su papá, Hugo Enrique Lucero, para Valle Fértil.

Su niñez

Mónica contó que a los diez años formó parte de La Pandilla del Tío Melchor. Este era un programa que se emitía todos los domingos por radio Colón. El ciclo era conducido por Alberto Vallejo. A él también le dedicó una canción que cantó con todo el clan en 1997, cuando el profesional cumplió 80 años. Eso lo protagonizaron en el Teatro Sarmiento.

“Son huellas que uno va dejando”, relató.

Todo ese proceso lo hizo de la mano de su papá, a quien definió como poeta. En ese tiempo conoció al Payito Doncel, que le hacía los acordes a cada una de las interpretaciones radiales. 

Mónica tiene 65 años y sigue activa pensando en inaugurar dos himnos más. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Su tarea en la cárcel

Cuando tenía 21 años, Mónica dio clases en el Servicio Penitenciario Provincial. Esta experiencia le marcó un antes y un después en su carrera, de acuerdo a lo que comentó. Generó empatía con otras mujeres a las que pudo conocer más de cerca.

Una historia que la conmocionó fue la de una mujer que estaba condenada a prisión perpetua porque había asesinado a su marido. “La señora era divina, pero tuvo ese trance en su vida”, indicó. Un día llevó al Payito Doncel que le ayudó a ponerle música a las creaciones de las internas. Todas las mañanas iban hasta el mástil donde izaban la bandera.

Mónica está con su hija Romina y sus dos nietos. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Su familia

Sus cuatro hijos tienen facilidad con los números. Bruno, de 33, y Yesica, de 32, son contadores. Mauro tiene 29 y está a punto de recibirse. Por su parte, Romina, de 22, cursa Administración de Empresa. Ninguno siguió el camino de la música, aunque contó que siempre sus hijos participaron en los actos escolares. Esto hace presumir que el histrionismo estuvo presente en la familia.

Sus dos nietos: Felipe, de 4, y Delfina, de un año y medio, cuando van a su casa lo primero que hacen es tocar el piano y agarrar la guitarra que reposa sobre su living. Mónica estima que ellos continuarán su legado.

Mónica contó que sus nietos tienen inclinación por la música. Foto: Sergio Leiva / DIARIO HUARPE.

Dato

Mónica formó parte del coro vocacional de la Universidad Nacional de San Juan, dirigido por Juan Domingo Petracchini.

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