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El oro marcó un nuevo récord y superó los US$3.800 impulsado por la debilidad del dólar
El precio del oro alcanzó los US$3.812,05 por onza, tras seis semanas consecutivas de aumentos, en un contexto de incertidumbre política en EE.UU. y expectativas sobre la Reserva Federal.
POR REDACCIÓN
El precio del oro alcanzó un nuevo pico histórico al superar los US$3.800 por onza, impulsado por varios factores como la debilidad del dólar estadounidense, la incertidumbre política en el Congreso de Estados Unidos y las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal.
En la jornada, el valor del lingote subió un 1,4% hasta cotizar en US$3.812,05, consolidando una racha de seis semanas consecutivas de incrementos. Apenas una semana atrás, el oro ya había roto su récord al superar los US$3.700.
Desde el comienzo del año, el metal precioso acumula un crecimiento superior al 45%, en un contexto global marcado por la volatilidad financiera, la incertidumbre económica y las fluctuaciones en las tasas de interés.
La tendencia alcista no se limitó al oro, ya que otros metales preciosos también experimentaron aumentos significativos: la plata avanzó un 2,4%, mientras que el platino y el paladio escalaron hasta un 2,6% y 2,9% respectivamente. Estos movimientos fueron respaldados por la rigidez en los mercados y el incremento de posiciones en fondos cotizados (ETF) vinculados a metales.
Uno de los elementos clave detrás de esta subida es la depreciación del dólar, que cayó un 0,2% en medio de la incertidumbre política en EE.UU. Actualmente, los legisladores aún no logran un acuerdo sobre un proyecto de ley de gastos a corto plazo, lo que pone en riesgo un posible cierre parcial del gobierno desde este martes.
Este posible shutdown genera preocupación sobre la publicación de datos económicos relevantes, como el informe de empleo del próximo viernes, que podría influir en las decisiones futuras de la Reserva Federal.
Un informe laboral más débil podría fortalecer la postura de quienes dentro de la Fed abogan por una flexibilización monetaria. En ese caso, una reducción en las tasas de interés haría al oro, que no genera rendimientos financieros, más atractivo como refugio de valor. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que algunos datos económicos recientes mostraron fortaleza, complicando la definición del rumbo de la política monetaria.
Además, el mercado observa con atención el conflicto entre la Casa Blanca y la Reserva Federal. El intento del presidente Donald Trump de destituir a la gobernadora Lisa Cook generó inquietud sobre la independencia del banco central, aumentando la tensión y beneficiando el posicionamiento en activos refugio como el oro.
La escasez también contribuye al alza de los metales preciosos. Analistas señalan que este año hubo una oferta inéditamente reducida, especialmente en platino y paladio. Esta situación se vio agravada por el temor a que EE.UU. imponga aranceles a las importaciones de minerales críticos tras la revisión de la Sección 232 impulsada por Trump, lo que elevó los costos de arrendamiento de estos metales, actualmente muy por encima de niveles históricamente bajos.