Publicidad

Provinciales > Superación

El boxeo lo sacó de las drogas y ahora da clases en el penal de San Juan

Fabricio Valenzuela pudo salir de su adicción a las drogas, fundó una escuela de boxeo y empezó a dar clases en el penal para compartir su experiencia.

05 de septiembre de 2023
Fabricio Valenzuela (derecha), fundador de la escuela de boxeo del Club Colón. Foto: gentileza.

La vida presenta muchas veces dificultades y obstáculos que ponen a prueba a las personas y da oportunidades para superarlos. Es el caso de Fabricio Valenzuela, de 42 de años, quien estaba sumido en el mundo de las drogas y pudo salir gracias a la ayuda del boxeo. En este sentido, el impulso que le dio su hijo lo llevó a continuar adelante y fundó años atrás una escuela de boxeo en el Club Colón Junior. Ahora también da clases todas las semanas en el Servicio Penitenciario Provincial de San Juan con el fin de transmitir su experiencia.

Fabricio junto a su hijo Benjamín. Foto: gentileza.

Años atrás, Valenzuela era adicto a la cocaína y el alcohol, lo que terminó causándole conflictos con su familia, culminando con la separación de su esposa. Estos problemas lo llevaron a tener dos intentos de suicidio e incluso no le permitieron tomar trabajos por el peso que tenía, ya que llegó a pesar 133 kilos. Valenzuela pretendía trabajar como chofer en una empresa minera y no podía subir a la montaña. “Quería laburar para distraerme un poco y no podía. Me venía más abajo y estaba en la cama llorando todo el día”, dijo a DIARIO HUARPE.

Publicidad

Hasta que una persona allegada lo invitó a practicar boxeo en la Escuela Osvaldo Marticorena y esto le cambió la vida. “Le comenté a mi hijo y me dice “bueno Papá, ¿querés qué vamos?”. Así que pese a lo mal que estaba, me levantaba para entrenar”, continuó. Su hijo Benjamín fue clave porque lo alentaba para que vaya a los entrenamientos y no pierda la disciplina. “Mi hijo me estimulaba, porque veía mi cambio”. Así fue saliendo de las adicciones e incluso bajó de peso. Pudo trabajar en la firma minera y subir a Veladero, donde continuaba con sus ejercicios junto a compañeros que eran amantes del deporte.

La esculea cuenta con modernas instalaciones. Foto: gentileza.

Cuando llegó la pandemia, tuvo la idea de armar un gimnasio en el Club Colón Juniors y las autoridades le abrieron las puertas de par en par. En agosto del 2020 inauguró el lugar, fue sumando gente e invirtiendo en la compra de elementos. “Quiero ayudar y tener un boxeador para viajar por el mundo. Mi compañero creía que estaba loco”, manifestó. Actualmente, entrena con un equipo a 100 chicos en diferentes turnos que disfrutan de la práctica deportiva.

Por otra parte, comenzaron a enseñar boxeo en el penal una vez a la semana para transmitir la importancia de la disciplina deportiva a los reclusos. Valenzuela explicó que esto ayuda a los presos a tener otra perspectiva de la vida. “Hay muchos que quieren cambiar su vida, salir adelante y no volver a delinquir”.

El gimnasio tuvo un crecimiento importante en poco tiempo. Foto: gentileza.

Fabricio ahora tiene una nueva vida junto a su familia. El boxeo le allanó otro camino que está transitando para superarse día a día. Hoy mira su presente y se siente orgulloso de lo que logró.

Publicidad
Publicidad
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS