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Se agravó la salud de Jair Bolsonaro en pleno juicio por golpe de Estado
El expresidente brasileño permanece internado en terapia intensiva tras una compleja cirugía abdominal. Los médicos informaron un deterioro en su estado general y problemas hepáticos.
POR REDACCIÓN
La salud del exmandatario brasileño Jair Bolsonaro se deterioró en las últimas horas mientras permanece internado en la unidad de cuidados intensivos del hospital DF Star, en Brasilia. Según el último parte médico, se registró una elevación de su presión arterial y un empeoramiento de los análisis hepáticos, lo que llevó al equipo que lo asiste a programar nuevos estudios para determinar el alcance de las complicaciones.
Bolsonaro, de 70 años, fue sometido el pasado 13 de abril a una cirugía de 12 horas de duración, en la que se le extrajeron adherencias intestinales y se reconstruyó parte de la pared abdominal. Esta intervención fue la sexta relacionada con las secuelas del apuñalamiento que sufrió durante un acto de campaña en septiembre de 2018, y fue calificada por sus médicos como “la más compleja” hasta el momento. Desde entonces, su recuperación ha sido lenta y delicada.
El expresidente continúa recibiendo nutrición por vía parenteral, además de fisioterapia y tratamiento preventivo para evitar trombosis. Aún no hay una fecha estimada para su alta médica. El equipo de salud había restringido las visitas en los primeros días del postoperatorio para evitar riesgos de infección.
El agravamiento de su estado se produce en un momento políticamente tenso: Bolsonaro fue notificado esta semana del inicio del juicio en su contra por el intento de golpe de Estado ocurrido a comienzos de 2022, cuando sus seguidores invadieron y causaron destrozos en las sedes de los tres poderes en Brasilia, en rechazo al triunfo electoral de Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras recibir la notificación judicial, el entorno del exmandatario reportó que su ánimo se alteró visiblemente, y sus médicos monitorean ahora la evolución de su estado emocional junto con los parámetros físicos. La investigación en su contra por presuntos intentos de subvertir el orden democrático continúa su curso, mientras el estado de salud de Bolsonaro añade incertidumbre al futuro judicial y político del exjefe de Estado.