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Votos de Uñac, Giménez y Olivera a los pliegos de Lijo y García Mansilla
Los senadores por San Juan fueron protagonistas de la sesión en que el mileismo obtuvo una derrota al no conseguir que Lijo y García Mansilla entren a la Corte.
Por Marcos Ponce
En una sesión clave para el miléismo que no obtuvo el apoyo para qué Lijo y García Mansilla se conviertan en ministros de la Suprema Corte de Justicia. Los senadores por San Juan tuvieron una votación dispar. Bruno Olivera votó a favor de los dos candidatos, Sergio Uñac votó en contra de García Mansilla y a favor de Lijo, y Celeste Giménez le dio la negativa a ambos juristas.
La decisión del Senado fue contundente: el pliego de Lijo obtuvo 27 votos a favor, de los cuales dos de ellos fueron de Olivera y Uñac. Con un voto negativo de Giménez, la negativa totalizó 43 votos y una abstención que llevó a que el jurista sea descartado en la posibilidad de que asuma como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En tanto que García-Mansilla sufrió un rechazo aún mayor, con 51 votos en contra, uno fue de Uñac y otro de Giménez, y solo 20 positivos, entre los que se encuentra el apoyo de Bruno Olivera. Para ser confirmados en sus cargos, ambos necesitaban el respaldo de los dos tercios de los presentes, pero no lograron acercarse a ese umbral.
El rechazo deja en una situación especialmente compleja a García-Mansilla, quien ya había asumido en la Corte Suprema tras la toma de juramento realizada por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Ahora se abre un conflicto de poderes y posibles presentaciones judiciales sobre la validez de su permanencia en el cargo, ya que el Senado, según la Constitución, es el único organismo habilitado para aprobar o rechazar el nombramiento de los jueces del máximo tribunal.
Fue más que llamativa la ausencia de varios senadores del PRO y de la UCR -sobre los últimos dio de nuevo la nota su jefe, el correntino Eduardo Vischi-, que prometieron presentarse y especularon hasta último momento con el quorum, en medio de frenéticos -aunque inservibles- intentos del Gobierno para hacer caer el convite. Comandó la sesión el presidente provisional, el oficialista Bartolomé Abdala (San Luis).