Eco Huarpe > Dos años sin respuestas efectivas
Reclamo ambiental en 9 de Julio: polvo calizo afecta viviendas, escuelas y cultivos
A casi dos años del reclamo ambiental, vecinos de Las Chacritas, en 9 de Julio, siguen denunciando la presencia constante de polvo calizo en el aire.
En mayo de 2023, vecinos de la localidad de Las Chacritas, en el departamento 9 de Julio, elevaron un reclamo colectivo por un problema que, lejos de resolverse, continúa afectando su calidad de vida. La denuncia apunta directamente a la empresa Calcitec, una calera ubicada sobre la Ruta 20, en el kilómetro 13, señalada como la responsable de generar una nube blanca de polvo calizo que sobrevuela la zona los 365 días del año.
“Ya no sabemos qué más hacer para que nos escuchen y entiendan el cuadro de situación”, expresó con preocupación una vecina, que pidió no ser identificada, en diálogo con DIARIO HUARPE.
A pesar de las gestiones ante el Ministerio de Minería, la Municipalidad de 9 de Julio y la Secretaría de Ambiente, el problema persiste y tiene un impacto directo en la salud de quienes viven en las inmediaciones, además del ambiente general.
Una nube que no se disipa
Según los relatos, la nube de cal se hace más notoria durante la mañana y al caer la tarde, cuando hay viento, el polvo se desplaza hacia distintos sectores, afectando a barrios cercanos y, especialmente, a la escuela Luis Agote, ubicada a pocos metros de la calera. “Cuando el viento sopla de Oeste a Este, la nube invade el establecimiento escolar donde asisten decenas de niños”, alertó un vecino.
Cuando no hay viento, la situación tampoco mejora: el polvillo blanco queda suspendido en el aire durante horas.
La nube no solo genera molestias respiratorias y visuales, sino que también aumenta el riesgo de accidentes viales, ya que la visibilidad se ve seriamente reducida en la Ruta 20. Tanto es así que los conductores que transitan por esta arteria deben circular con luces y balizas encendidas por precaución.
Controles que no alcanzan
Pese a que la autoridades del Ministerio de Minería aseguraron en el 2023 que Calcitec presentó su declaración de impacto ambiental y declaró contar con un sistema de vaporización para mitigar la emisión de polvo, los vecinos dicen que las medidas son insuficientes o no se aplican con la frecuencia necesaria.
“Para nosotros todas esas respuestas no nos convencen, porque el problema de contaminación ambiental continúa, es real y permanente”, sostuvo una vecina del callejón Coria. Por eso los residentes de las Chacritas piden que el caso sea reevaluado por las nuevas autoridades provinciales, y que se le dé un tratamiento similar al de otras situaciones ambientales, como se hizo con las cenizas mineras de Chimbas. “Es que la cal, también está acumulada a la intemperie, sin ningún tipo protección ni resguardo ambiental, expuestas a los vientos y lluvias”, agregó la vecina.
Afectación múltiple: salud, producción y ambiente
En el recorrido que DIARIO HUARPE hizo por la zona, también detectó que, además de la escuela, los barrios cercanos y la ruta, la nube de cal afecta a la producción agrícola de la zona.
“Nosotros también nos sumamos al reclamo de los vecinos, porque la nube de cal nos impacta", dijo uno de los encargados de las fincas en la zona. "Afecta al personal que trabaja en las fincas y a las plantaciones, al agua y el suelo. Porque ese particulado suspendido en el aire, en algún momento precipita y cae, contaminando todo”.
En los alrededores de la calera hay fincas que cultivan vides, frutales, alfalfa y hortalizas de temporada, entre ellas verdeo y principalmente, tomates.
La preocupación crece en la comunidad, que siente que su reclamo ha sido subestimado. “El cuadro es complejo”, repiten los vecinos, que exigen una intervención efectiva. “Lo único que queremos es vivir tranquilos, respirar aire limpio y que nuestros hijos vayan a la escuela sin que una nube blanca les tape el sol”.
La situación en Las Chacritas deja al descubierto una realidad incómoda que se presenta en muchas localidades de San Juan: cuando el crecimiento urbano choca con industrias de larga data, la convivencia se vuelve conflictiva. Pero para los vecinos, lo esencial no es buscar culpables, sino soluciones. Y esas, hasta ahora, siguen sin llegar.