Policiales
Diez años de las 143 puñaladas a Cristina Olivares, el crimen que conmocionó a San Juan
El crimen tras un plan inescrupuloso que implicó a varias personas y todas fueron condenadas.
Por Ariel Patruceli
El próximo 7 de julio se cumplen 10 años del tremendo asesinato cometido a una mujer la cual hasta el último, quiso salvar su matrimonio, pese a las brutales golpizas que le propinaba su esposo Miguel Ángel Palma, quien además la engañaba con otra mujer.
El caso conmocionó a San Juan y tomó trascendencia nacional por la saña con que se cometió el asesinato.
Cronología del hecho
Cristina Olivares fue citada por su esposo para que lo fuera a buscar y este se iba a quedar al cuidado de sus hijos ya que Cristina debía ir a cuidar a un enfermo al hospital Rawson para acercar algunos pesos a su economía.
Palma a través de llamados telefónicos citó a su esposa a calle Vidart y 7 en Pocito para que vaya a buscarlo ya que él tenía un brazo fracturado y por ello pidió que vaya por él.
Al llegar al lugar, la víctima se encontró con que su esposo estaba con otras dos mujeres, Rosa Videla y Noelia Corvalán, esta última cuñada de Videla.
Estaban en una camioneta marca VW Saveiro, a la cual Palma convenció a su esposa para que suba e irse todos juntos.
La moto de 110cc. en la que se desplazaba Cristina, fue subida en la caja del vehículo y en el interior de la cabina viajaron hacia oeste por calle 7. Miguel Palma, Cristina Olivares y Rosa Videla. Todos iban a en la cabina mientras que Noelia Corvalán se fue en la caja sujetando la moto de Cristina, según consta en la causa.
A los pocos metros de calle Vidart hacia el oeste, nace al sur un callejón por donde ingresaron con la camioneta y allí comenzó el brutal ataque por parte de Rosa Videla, Palma y Noelia Corvalán.
Cristina fue atacada en principio en el interior de la camioneta, le ataron las manos atrás de su cuerpo y luego fuera del rodado siguió recibiendo puntazos aún después de muerta, según pudo conocerse en la autopsia.
Los forenses que constataron que Cristina recibió puñaladas hasta después de muerta, dijeron en el juicio que la víctima tuvo una muerte muy dolorosa por los cortes que tenía en el rostro y el cuello.
El plan para matar a Cristina Olivares estuvo perfectamente planificado y con tareas claramente asignadas a las partes intervinientes. Palma fue el encargado de citar a su esposa y conducirla a su lecho de muerte, Rosa Videla la amante de Palma tenía la tarea de acuchillarla y Noelia Corvalán estaba citada a colaborar en el ataque y a ayudar a ocultar el cuerpo.
Según declaró Corvalán en el juicio, ella participó bajo amenazas de Videla, quien sabía de una relación amorosa paralela que tenía Corvalán y para que su cuñada no revele esa relación tuvo que participar del hecho.
La relación amorosa de Corvalán habría sido con el hermano de su esposo, quien a la vez era hermano de Videla.
Tras el esclarecimiento del hecho los tres, Miguel Ángel Palma (esposo de Cristina Olivares), Rosa Videla (amante de Palma) y Noelia Corvalán (cuñada de Videla), fueron condenados a la pena de prisión perpetua por ser halladas penalmente responsables del delito de homicidio agravado por el vínculo y alevosía. Calificación que no incluyó la figura del Femicidio que aún no existía, y ese mismo año fue sancionada la ley.
El dolor y el temor de los padres de Cristina
Hoy los padres de Cristina quienes quedaron a cargo de sus dos hijos recuerdan a su hija con tristeza y preocupados por dos episodios que ocurrieron en estos últimos días. Uno de ellos es el pedido de Rosa Videla de obtener prisión domiciliaria, planteo que fue negado por la Justicia de Ejecución Penal por ser una mujer que no reúne los requisitos para salir y porque además se le sancionó por otros hechos delictivos cometidos en el Penal.
No olvidan tampoco, la citación del juzgado que tomó a la denuncia de Cristina, para que vaya a declarar un mes después de su muerte.
Otro hecho que tomó trascendencia fue la salida del Penal de Miguel Ángel Palma para visitar a sus padres en Pocito. Palma fue trasladado en una unidad móvil del Servicio Penitenciario Provincial con custodia. Fue por espacio de dos horas debido a la situación de salud que tendrían sus padres ancianos.
La preocupación de la familia Olivares es que en algún momento los condenados puedan tener algún beneficio, pese a que la pena que recibieron es de hasta 35 años de prisión efectiva sin beneficios, algo que el juez Juan Carlos Caballero Vidal, quien presidió el tribunal de la Sala Primera Cámara Penal y condenó a los asesinos, ratificó que no es posible que los condenados obtengan beneficios como salidas transitorias ni prisión domiciliaria.
No habrá beneficios para los condenados
Lo que si puede ocurrir es una salida por pocas horas para ver a un familiar directo por mala salud o fallecimiento, tal cual ocurrió el pasado 12 de mayo cuando Miguel Ángel Palma fue con custodia para ver a sus padres quienes presentaban problemas de salud.
Para el caso de Rosa Videla, la situación es más complicada, porque la mujer luego de ser condenada, continuó teniendo inconvenientes adentro del servicio carcelario y por ello habría recibido otras condenas, algunas de ellas por su mala conducta y por haber ocasionado lesiones a otras internas.
Su historial adentro del Penal no sería el mejor, razón por la cual sería muy difícil que la Justicia le otorgue algún beneficio en estas condiciones, debido a su mala conducta.
Vale recordar que Rosa Videla volvió a ser noticia al pedirle a la Justicia de Ejecución Penal, seguir el cumplimiento de su condena con prisión domiciliaria, para continuar con la crianza de sus hijos entre ellos el más pequeño, el cual nació en prisión. Tal pedido de prisión domiciliaria le fue absolutamente negado a la asesina de Cristina.
Este hecho marcó un antes y un después en el tratamiento judicial y policial de temas vinculados a la violencia de género e intrafamiliar. Tanto así que el padre de cristina Olivares hizo una gran tarea para organizar a familiares de víctimas de femicidios.
Incluso hasta se agilizó el cambio de nombres para los hijos de las víctimas quienes por este tipo de hechos decidieron por motus propio o acompañados por sus tutores, cambiar de identidad y así sacarse de encima al menos un poco, la pesada historia de ser “hijos de”, que los acompañará por el resto de sus vidas.