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Alquilar una casa rodante: la tendencia de vacaciones que crece en San Juan

La pandemia potenció el estilo de en burbuja y aquellos que no alcanzan a comprar o fabricar un motorhome, encontraron una alternativa. El riesgo que planteó una nueva normativa.

POR REDACCIÓN

26 de diciembre de 2021
Con amigos o en familia, viajar con una casa rodante permite disfrutar en una burbuja privada de nuevos aires.

Armar los bolsos, enganchar el “hospedaje” y partir a disfrutar de la ruta y los espacios abiertos. Para muchos este estilo de viaje es un nuevo sueño a cumplir y el mercado se ha ido adaptando, creando posibilidades para los que no son propietarios de una casa rodante o motorhome. En San Juan hay una plaza creciente de opciones de alquiler, que aun así no alcanzan a cubrir toda la demanda.

Carolina Carbajal es una de las empresarias que se encuentra en este rubro desde hace tres años, dueña de Hospedajes Sobre Ruedas, y asegura que fue la primera en comprar unidades para alquilar a viajeros. En el último tiempo ha visto un crecimiento y la pandemia impulsó aún más la tendencia, contó a DIARIO HUARPE.

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Es que salir a conocer destinos con una casa rodante permite mantener una burbuja de forma permanente. No hay que compartir espacios comunes, la mayoría tienen cocina, baño y habitación incluida. Las más equipadas tienen hasta aire acondicionado y duchas con agua caliente. Viajar así significa llegar a un lugar y poder disfrutar en total privacidad de un cambio de aire.

Carbajal contó que el público elige esta opción por estos beneficios, pero además, Luis Martín, de la asociación de Rodanteros Sanjuaninos, agregó que hay detrás de estos viajes “una cultura muy linda, de compañerismo”, que también tienta a los viajeros. Es que entre los propietarios se conocen y hacen muchas veces juntadas en distintos lugares del país, a los que se suman también los viajeros que alquilaron.

Este servicio permite acercarse a este mundo sin la necesidad de adquirir una casa rodante propia, que puede costar entre $500.000 (las más chicas y con menos equipamiento) hasta 4 o 5 millones de pesos aquellas que son para varias personas. En cambio los alquileres, según, la cantidad de servicios con los que cuente una casilla rodante van de los $1.500 a $2.500.

Carolina Carbajal contó que en su negocio los clientes son variados. Desde parejas, familias de 4 o 5 integrantes hasta grupos de amigos. También los buscan para viajes que van desde 2 días, el mínimo, hasta un mes, aunque las salidas más comunes son entre 10 a 20 días a destinos que pueden ser en la provincia o, por ejemplo recorrer el Norte o el Sur del país.

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La ley de homologación, un escollo a esta tendencia

El negocio de alquilar es todavía algo incipiente. Las casas rodantes de Hospedajes sobre Ruedas son personalizadas especialmente por su dueña, quien busca que tengan todas “algo más que cualquier otra que se pueda encontrar”, ofrecen información sobre qué tipo de vehículo usar o cómo trasladarlas, entre otros extras. Pero también están los particulares que alquilan la que usan para viajes personales y lo hacen por lo general a conocidos de conocidos.

Todas estas ofertas se encuentran ahora con un nuevo desafío, que tiene que ver con la ley de homologación que afecta a las casas rodantes. Es que desde noviembre pusieron en vigencia una normativa por la cual todos los tráiler para uso personal tienen que cumplir una verificación técnica y estar patentados.

Luis Martín, de la asociación de rodanteros, aseguró que si bien es positivo que se exijan medidas mínimas de seguridad, hay una serie de medidas asociadas que son problemáticas, la principal, el patentado. Es que ahora cualquier casilla rodante debe estar asentada en el registro automotor con la misma patente del vehículo que la traslada. Para quienes alquilan, esto es un problema y Carbajal aseguró que por el momento continúan alquilando y lo hacen emitiendo un permiso para que usen sus casillas en las rutas.

“Es como que el carnet de conducir esté asociado a un solo vehículo”, criticó Martín. Es que incluso para quienes son propietarios de una casa rodante les representa un problema. “Nosotros por ahí tenemos dos vehículos, uno se rompe y con el otro no podemos tirar nuestra propia casilla, o prestársela a un familiar tranquilos”, contó el rodantero.

Esto está atentando “contra lo que podría ser un nuevo servicio que ya es muy pedido por los turistas en San Juan”, según Martín. Por eso a nivel nacional iniciaron un pedido para que se retire de la norma esta obligatoriedad. “La homologación es cara pero estamos dispuestos a hacerla

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