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Mate, semitas y paciencia, así se vivió la espera de exámenes de los colegios preuniversitarios

Unos 1.399 alumnos rindieron en la Escuela Industrial y el Colegio Central. Mientras tanto, padres, hermanos y abuelos los esperaron afuera con ansias.

01 de diciembre de 2021
Los estudiantes rindieron Lengua y Matemática este miércoles. Foto: DIARIO HUARPE.
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Nervios y ansias. Esos fueron los sentimientos principales de quienes este miércoles por la mañana se instalaron en la Plaza Aberastain a esperar que sus hijos, nietos y hermanos rindan los exámenes para ingresar a los colegios preuniversitarios. En esas horas fue infaltable la paciencia, pero también el mate y las semitas para que la espera no se haga tan larga.

En total fueron 1.399 estudiantes los que rindieron Lengua y Matemática. Unos 469 lo hicieron en el Colegio Central Universitario y los 930 restantes, en el edificio compartido de la Escuela de Comercio Libertador General San Martín y la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento.

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Al ser tantos los alumnos, hubo monitores urbanos de Capital que desde las 6 se encargaron de operativos en ambos lugares para ordenar el ingreso a los establecimientos educativos.

La espera

En familia

Ariadna Barrozo y Ezequiel Marcomini, dos primos hermanos, rindieron este martes para ingresar a los colegios preuniversitarios por lo que fue un motivo para que parte de la familia se reuniera. No sólo fueron las madres y padres a esperar a que salieran, sino que también asistieron la abuela y el abuelo.

Los estudiantes rindieron Lengua y Matemática este miércoles. Foto: DIARIO HUARPE.

“Yo tengo ocho hijos y de los ocho han rendido cuatro acá, dos se recibieron de la Industrial, la otra fue a la de Comercio y en cuarto año se cambió de escuela, es muy lindo y emotivo esto que estamos viviendo”, contó la abuela, María Salazar.

El esposo de María estaba más emocionado que ella. Es que él se egresó de la Industrial y justo en este 2021 fueron las bodas de oro de su promoción. Además, fue el encargado de preparar a Ariadna con los conocimientos necesarios para que pueda entrar.

Foto: DIARIO HUARPE.

“Nuestros abuelos y padres nos han enseñado que un lápiz es más liviano que una pala y eso se lo hemos transmitido a nuestros hijos y nietos”, dijo el abuelo, Luis Barrozo, mientras llegaba con semitas y tortitas para compartir con su familia.

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Para los Barrozo el mate fue infaltable para pasar la espera, como así también, las charlas y el buen humor porque llegaron a las 7 y les quedaban varias horas por delante.

Segunda vez viviendo la espera en la plaza

Marcela Rodríguez tiene dos hijos, un chico que ya va a 5º año de la Escuela Industrial y una chica que este miércoles rindió para poder ingresar a los colegios dependientes de la UNSJ. Es la segunda vez que vive este proceso de espera así que se fue preparada con una manta para poner sobre el pasto y mate.

“Con mi nene me di cuenta de que la educación que tienen acá es excelente y creo que si uno quiere una escuela así tiene que pagar una privada y no estamos en esa condición económica para hacerlo”, contó.

Foto: DIARIO HUARPE.

La familia vive en El Mogote y expresan que allá no tienen señal de celular, ni internet y, ni siquiera, pasa un colectivo por la zona de su casa. Es por esto que las clases virtuales les costaron muchísimo y el preparar a la hija más chica para este ingreso también. Es que en el cursillo iban una vez de forma presencial y la siguiente semana debían hacer todo online por lo que no fue nada sencillo. Incluso, el hijo mayor de Marcela tuvo que irse a vivir con su abuela a Chimbas para poder cumplir con las tareas de la escuela.

“Ya estamos pensando en venirnos, preferimos alquilar porque si a la nena le tocan clases online va a ser muy complicado. Ahora no fue nada fácil”, manifestó.

La ilusión de que sus hijos sigan juntos

Cuatro sanjuaninas se juntaron en la plaza a esperar que sus hijos rindan con mate de por medio y sentadas sobre una colcha. Todas se conocen desde hace varios años, ya que sus hijos van al colegio Santo Domingo desde el jardín de tres años. Ahora, los chicos tienen la ilusión de seguir al menos en la misma escuela.

Foto: DIARIO HUARPE.

Una de las primeras en llegar

Mayra Sánchez fue una de las primeras que llegó junto a su hija Delfina, la cuarta precisamente. La alumna estaba ansiosa de aplicar todo lo que había aprendido durante el año en el instituto en el que se preparó desde febrero, desde antes que comenzaran las clases. 

Empeño y ganas le sobraban porque de 8 a 12 iba a la escuela y de 14 a 16 o a veces hasta las 18 iba a prepararse para estos exámenes. “Estaba muy entusiasmada, pero por suerte estaba tranquila”, contó su madre.

Foto: DIARIO HUARPE.

Hasta la compu para pasar el tiempo más rápido

Vanesa Donaide llevó a su sobrina Julieta a rendir, pero no llegó sola, lo hizo con la hermana de la estudiante, Luciana, y juntas pasaron las horas.

“Ya nos pasó hace unos años que nos vinimos sin nada y se nos hizo muy larga la espera así que ahora nos vinimos cómodas”, dijo Vanesa.

Foto: DIARIO HUARPE.

Es por ello que ahora cargaron una manta que estiraron en el césped, algunas galletas y hasta una notebook que las ayudó a que el tiempo pase más rápido. Además, las mochilas se convirtieron en las almohadas perfectas cuando cada tanto se recostaron para tener una mayor comodidad.

Foto: DIARIO HUARPE.

Hermana y tutora

Emilia Robles se egresó en el 2020 del Colegio Central y ahora estaba emocionada con la idea de que su hermano menor, Benjamín, hiciera el Nivel Secundario en la misma institución educativa que ella. “Sé que las tres son muy buenas escuelas así que si llegan a ingresar va a ser muy lindo”, manifestó.

Foto: DIARIO HUARPE.

El niño se preparó en un instituto, pero fue con su hermana con quien hizo los últimos repasos y le dio varios consejos en las horas previas a los exámenes.

Tanto Emilia como su mamá notaron un cambio este año, un ambiente menos competitivo y más comprensivo con los alumnos, lo cual no se vio años anteriores.

Foto: DIARIO HUARPE.

“Les han dado muchas cosas para motivarlos, tanto a ellos como a nosotros, los padres, ahora fue mucho más lindo, se disfruta más el proceso. Es bueno que se los incentive así para que no sea tanta la presión de los niños”, opinó la mamá de Benjamín, Andrea Sánchez.

Foto: DIARIO HUARPE.

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