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Milei quiere aprobar la Reforma Laboral este año y escuchará modificaciones
Javier Milei pone a Patricia Bullrich a destrabar el camino de la reforma; se aceptarán mejoras y entra la variable CGT.
POR REDACCIÓN
El Ejecutivo ha decidido ceder en ciertos aspectos de la reforma laboral, mientras presiona para lograr su aprobación en un lapso de tiempo extraordinariamente breve. Tras la confirmación de las sesiones extraordinarias, que se extenderán del 10 al 30 de diciembre, el Gobierno busca obtener la luz verde para el proyecto que se presentará en la Cámara de Senadores el día 10 de diciembre.
La tarea crucial de obtener los acuerdos necesarios para conseguir la media sanción en la Cámara Alta ha sido encomendada a Patricia Bullrich. Bullrich ya inició el diálogo con todos los jefes de los bloques del Senado, incluso con el kirchnerismo, a pesar de que su entorno no prevé el acompañamiento de esa bancada. Si el debate no logra completarse durante diciembre, el presidente Javier Milei podría extender las sesiones a enero y/o febrero.
El documento, redactado con la visión del Gobierno, tiene como meta introducir cambios en la Ley de Contrato de Trabajo. Sin embargo, estas modificaciones no generaron controversia en la mayoría del arco político que participó en su elaboración. Sobre la naturaleza de la iniciativa, Bullrich expresó: “Es una ley ecuánime, moderada, que no se va a viejos proyectos que son de flexibilización laboral. Se logró algo importante y estamos realmente contentos”.
Para facilitar aún más los consensos, el oficialismo anticipó que está dispuesto a aceptar cambios en comisión y a realizar modificaciones en el documento durante su discusión en el Congreso,. La diputada Sabrina Ajmecht dejó abierta la puerta a recomendaciones al señalar que “Habrá espacio para introducir mejoras“. Ajmecht defendió la necesidad de la modernización, argumentando que las leyes laborales vigentes están obsoletas: “Tenemos leyes laborales que funcionaron en el siglo XX, en un país organizado a partir de fábricas y que una persona que empezaba en un trabajo a los 18 años y se jubilaba en ese lugar, pero ya no existe ese país, esas leyes pudieron resultar adecuadas en ese momento, y tenemos que modernizarlas". La legisladora también destacó que la reforma es fundamental debido a que “El 40% de la población económicamente activa trabaja en negro". Además, la diputada sumó que “Creo que el Ejecutivo trabajó muy bien este proyecto, con el Consejo de Mayo. Se discutirá en la Cámara, donde habrá espacio para introducir reformas".
En la búsqueda de alternativas para la promoción del empleo, un sector del Ejecutivo mantuvo contactos extraoficiales con la CGT (Confederación General del Trabajo de la República Argentina) y consideró una propuesta sindical enfocada en un régimen laboral especial para los menores de 30 años. Este boceto implicaría un esquema distinto al de los trabajadores formales dependientes. Según fuentes sindicales, la medida habilitaría una mayor flexibilidad para los menores de 30 años en relación con el salario, las vacaciones, la jornada laboral y las indemnizaciones, a diferencia de lo determinado por la Ley de Contrato de Trabajo. Esto significaría que las personas en ese rango etario tendrían un nivel inferior de protección laboral, gozando de los derechos plenos formales solo después de cumplir los 30 años. Una parte del Gobierno, que mantiene comunicaciones subterráneas con los líderes cegetistas, escuchó la propuesta y sostuvo que la idea de la central obrera “no era una idea descabellada”.