Judiciales > Crece el escándalo
Un médico, el nuevo imputado en el caso de violencia que involucra a un funcionario judicial
Los fiscales lo acusan de querer encubrir la paliza que Parisí le habría dado a su pareja. Cámaras de seguridad lo complican.
Ya son tres los profesionales involucrados en un escándalo de violencia de género que retumba en Tribunales. Primero fue el funcionario judicial acusado de darle una paliza a su pareja, después uno de sus compañeros de trabajo que aparentemente quiso encubrir el hecho y ahora, un médico. Se trata de Jorge Gil, quien es amigo del principal implicado y fue apuntado por el Ministerio Público por intentar convencer a la víctima de cambiar su versión y desistir de la acción penal.
El Ministerio Público, representado en este caso por los fiscales Roberto Ginsberg y Claudia Salica, imputó formalmente este lunes a Gil por el delito de encubrimiento y le pidió al juez Matías Parrón que llame a la audiencia de formalización de cargos. Fuentes de la investigación estimaron que la misma se hará esta misma semana.
Según los fiscales, Gil intentó ayudar a su amigo Parisi y para eso trató de convencer a la víctima de que tenía que bajar la pelota. La hipótesis es que en una primera conversación telefónica con la víctima le indicó que una de las opciones que tenía era aceptar dinero a cambio de cambiar su declaración. En un segundo contacto, cara a cara, le entregó un sobre con u$s 4.600 dólares y unos pasajes a México para tentarla a arreglar. Incluso, la habría puesto en contacto con otro amigo de Parisí, el funcionario judicial Juan Pablo Ortega, quien supuestamente le ofreció hacerle el escrito con una nueva versión de los hechos.
Las fuentes aseguraron que la prueba recogida hasta el momento compromete seriamente a Gil. Sucede que, además del relato de la víctima, hay cámaras de seguridad que captaron cuando iba llegando al departamento de la mujer y en las mismas se puede ver que llevaba un sobre rojo que coincide con el que más tarde secuestraron los fiscales con los u$s 4.600.
De esta forma, crece el escándalo que tiene como principal implicado a Parisí. El hombre es un funcionario judicial de jerarquía en el Poder Judicial provincial y está imputado de los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y el contexto de violencia de género. Mientras que Ortega, como Gil, está en la mira por haber sido instrumento para tratar de tapar lo que realmente pasó.
La semana pasada, Parrón puso en libertad a Parisí (el delito que le endilgan es excarcelable) y fijó seis meses para que el Ministerio Público termine la investigación. Tras ese plazo, el acusado, su amigo Ortega y posiblemente Gil, tengan que enfrentar un juicio oral que determine si son culpables.
En el plano Laboral, tras la audiencia de formalización de cargos de la semana pasada, la Corte de Justicia puso reemplazante para Parisí y Ortega. El primero no está yendo a trabajar porque apenas entró la denuncia pidió licencia por vacaciones acumuladas y el segundo, fue trasladado a la secretaria Penal de Jáchal.
Los dos se exponen a quedarse afuera del Poder Judicial. Si son condenados el día de mañana, tratándose de un delito doloso, o sea con intención, serán sometidos a un sumario administrativo que podría derivar en exoneración.