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Un pozo en calle Paula Albarracín de Sarmiento hace frenar hasta las 4x4
Tiene el ancho de la calle y una profundidad de varios centímetros. Los vecinos y conductores de vehículos piden una intervención urbana en la zona.
Vecinos de calle Paula Albarracín de Sarmiento y usuarios de la transitada arteria que mitad hacia el este pertenece a Capital y la otra mitad hacia el oeste a Rivadavia, este miércoles se comunicaron con DIARIO HUARPE para reclamar por un pozo que pone en riesgo a todos los que transitan por la zona: conductores de vehículos y peatones.
“El pozo tiene ya varias semanas”, contó uno de los comerciantes de la zona de Capital. “Lo hicieron para conectar a la cañería de agua potable a un complejo del lado de Rivadavia, pero nunca nadie volvió a repararlo. Es decir, ni los de Obras Sanitarias, ni los de la municipalidad de Capital, ni los de la municipalidad de Rivadavia", agregó.
El pozo está ubicado a metros de calle Coll antes de Benavídez; justo en la misma zona donde en el mes de febrero habían tres grandes pozos que generaron varios accidentes y luego los repararon.
El pozo tiene el ancho de la calle y una profundidad de varios centímetros.
Los que más sufren el golpe son los vehículos chicos y los que mayor riego corren son, principalmente, las motos.
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Según los vecinos, el problema de la calle rota es permanente. Dicen que cuando no se rompe para hacer arreglos en la cañería del agua potable, es para arreglar el de las cloaca.
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“La otra vez la gente de Obras Sanitarias que vino a arreglar un problema con las cloacas nos dio a entender que las cañerías se rompen por la cantidad de vehículos que transitan por la calle y porque muchos de ellos son de tránsito pesado”, dijo otro vecino.
Regular el tránsito, la velocidad y hacer veredas
Ante esta problemática y aprovechando la presencia de DIARIO HUARPE los vecinos señalaron que es necesario hacer una intervención urbana sobre la calle Paula.
"Creemos que al tránsito pesado lo podrían desviar por otra arteria", sugirió el comerciante; "podrían colocar semáforos, reguladores de velocidad, ensanchar la calle y hacer un bulevar; en fin obras de infraestructura vial que regulen el tránsito y la velocidad".
Otra de las falencias visibles en la zona es la discontinuidad de veredas peatonales e irregularidad en la línea de edificación. Tal es así que los de a pie para trasladarse de un lado a otro, por momentos lo tienen que hacer por la orilla de la calle o por sobre ella. Y peor aún, para las madres que trasladan a sus bebes en changuitos o personas en sillas de ruedas.
"Una ciudad en la que sus habitantes tienen que caminar obligadamente por la calle porque no tienen veredas, no es una ciudad inclusiva", concluyó una de las vecinas.