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Compra de submarinos: Francia aún no aprobó el programa de pagos de la Argentina
El Gobierno argentino aguarda la respuesta del Ministerio de Economía de Francia para habilitar el financiamiento clave que permita iniciar el programa de construcción de los submarinos Scorpene, el modelo elegido para recomponer la capacidad perdida tras la tragedia del ARA San Juan.
POR REDACCIÓN
El Gobierno nacional confirmó que las negociaciones por la incorporación de submarinos Scorpene quedaron momentáneamente frenadas ante la falta de una definición del Gobierno francés sobre el financiamiento de la operación. Desde la Casa Rosada señalaron que, pese a insistir en múltiples reuniones, aún no hubo una respuesta formal de París respecto a la habilitación del crédito necesario para poner en marcha el programa.
La apuesta del Ejecutivo es recomponer la capacidad submarina perdida tras la tragedia del ARA San Juan mediante un esquema financiero que combine garantías del Estado francés y pagos escalonados, lo que permitiría reducir costos, mejorar condiciones crediticias y asegurar un cronograma de construcción que, en promedio, demanda entre cinco y siete años.
En la empresa estatal francesa Naval Group reconocen que la decisión del Gobierno de Emmanuel Macron es determinante. “La financiación es una cuestión indispensable en el caso argentino. El Estado puede dar una garantía para permitir una financiación al comprador”, señaló a TN Laurent Espinasse, vicepresidente ejecutivo para submarinos. Según indicó, el pago inicial habitual para iniciar la construcción ronda el 15%.
El programa prevé que las unidades se construyan completamente en Francia. El Gobierno descarta una fabricación local, al considerar que Tandanor no posee la infraestructura ni la experiencia necesarias para un proyecto de esa escala. Sin embargo, apunta a recuperar capacidades técnicas mediante el mantenimiento de media vida y reparaciones mayores en el país.
Dentro de la Armada persiste un debate interno entre el diseño francés y el alemán, históricamente preferido por algunos sectores. Aunque el presidente Javier Milei expresó su apoyo a los Scorpene, la discusión continúa en paralelo a posibles cambios en la cúpula naval, que podrían influir en el respaldo institucional al proyecto.
El Scorpene integra más de 36 millones de líneas de código en su sistema de combate, utiliza torpedos pesados F21 y ofrece modernizaciones escalables para tres décadas. Además, Naval Group propone un paquete que incluye simuladores de entrenamiento para operar la flota desde el primer día.
Las tratativas se dan en un contexto geopolítico donde Francia busca ampliar su presencia en el sector minero argentino y podría utilizar garantías estatales para facilitar la venta, una práctica habitual en exportaciones militares estratégicas. No obstante, el punto crítico sigue siendo el financiamiento. En Defensa admiten que sin un préstamo francés la operación es inviable y que no habrá decisión hasta que París se pronuncie oficialmente.
Mientras tanto, la región muestra distintos ritmos de avance. Brasil presentó este miércoles su cuarto submarino convencional, el “Almirante Karam”, construido localmente en el Complejo Naval de Itaguaí bajo un acuerdo de transferencia tecnológica firmado con Naval Group en 2008. El país vecino ya incorporó tres unidades de la clase Riachuelo y continúa el desarrollo del “Álvaro Alberto”, su primer submarino de propulsión nuclear convencional.
Argentina, en cambio, sigue a la espera de una definición de Francia para recuperar una capacidad estratégica que perdió hace casi siete años. Además, el Gobierno mantiene negociaciones paralelas para adquirir buques de patrullaje destinados a la Prefectura Naval.