Mundo > Hallazgo en el espacio
Materia oscura: un estudio japonés detecta señales que podrían ser su primera evidencia
El astrofísico Tomonori Totani, de la Universidad de Tokio, aseguró haber identificado señales de rayos gamma que coinciden con las predicciones teóricas de la materia oscura, un componente invisible que representa el 27% del Universo.
POR REDACCIÓN
La comunidad científica internacional volvió a encender el debate sobre uno de los mayores enigmas del cosmos luego de que Tomonori Totani, astrofísico de la Universidad de Tokio, afirmara haber detectado la que sería la primera evidencia directa de materia oscura. Según explicó, la señal coincide con “las propiedades de la radiación de rayos gamma que se predice que emitirá la materia oscura”, un hito que, de confirmarse, abriría una nueva etapa en la astronomía moderna.
El anuncio surge tras el análisis de datos del Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi, de la NASA. Totani declaró que identificó un patrón que adopta la forma de un halo esférico alrededor de una galaxia, tal como predicen los modelos teóricos sobre la distribución de materia oscura en el Universo. “Este podría ser un avance crucial para desentrañar la naturaleza de la materia oscura”, celebró en diálogo con medios internacionales.
La materia oscura (una sustancia invisible que no emite ni absorbe luz) es fundamental para explicar el movimiento y la estructura de las galaxias. Su existencia fue propuesta por primera vez en la década de 1930 por el astrónomo suizo Fritz Zwicky, tras observar que los cuerpos celestes parecían girar más rápido de lo permitido por la masa visible. Se estima que constituye el 27% del cosmos, aunque nunca ha podido ser detectada directamente.
Entre las teorías más aceptadas se encuentra la que sostiene que está compuesta por partículas masivas de interacción débil, conocidas como wimps. Cuando dos de ellas colisionan, la teoría indica que deberían liberar otras partículas junto a una emisión de rayos gamma, la señal que Totani cree haber identificado.
Pese al entusiasmo, expertos de distintos centros académicos llamaron a la prudencia. “Valoro el arduo trabajo y la dedicación del autor, pero necesitamos evidencia extraordinaria para una afirmación extraordinaria”, advirtió Kinwah Wu, astrofísico teórico del University College de Londres. Además, remarcó que aún deben descartarse otras fuentes astrofísicas que podrían generar señales similares.
El estudio, publicado en el Journal of Cosmology and Astroparticle Physics, ya motiva nuevos análisis y revisiones independientes. Aunque los resultados están lejos de ser concluyentes, el hallazgo renueva la expectativa en una búsqueda que lleva casi un siglo sin respuestas definitivas.