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El Cronista > Halcones vs Palomas

Las batallas internas de Milei: puja de poder en el Gobierno y ataques al Congreso

En el gobierno se libran duras peleas internas que podrían desgastar la figura del jefe de Estado. La grieta dentro del Gobierno entre quienes buscan negociar y los que no quieren ceder. La crítica a los legisladores genera malestar.

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

No sólo la oposición le pone palos en la rueda a la flamante administración de Javier Milei. A días de cumplirse el primer mes de gobierno, las internas palaciegas de la Casa Rosada sumadas al constante bombardeo verbal del gobierno contra el Congreso representan hoy un fuerte problema para el armado del poder presidencial.

Milei carece de poder territorial y mayorías en el Parlamento. Pero no hace demasiados esfuerzos en sumar adhesiones o en ordenar a su propia tropa para reforzar los mecanismos de gestión presidencial necesarios para aprobar el mega DNU y la ley ómnibus centrales en la arquitectura de su gobierno.

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Desde el propio Presidente pasando por todos los ministros y secretarios que desfilaron esta última semana por la Cámara de Diputados para defender la ley ómnibus apuntaron duramente contra "la casta" legislativa que les impide avanzar en lo que llaman "reformas fundacionales" de la Argentina.

Hubo incluso amenazas como la del ministro de Economía, Luis 'Toto' Caputo que alertó que si no se aprueba la ley "habrá medidas más duras".

Amenazas y alertas

Este reiterado ardid discursivo contra el Congreso ya genera un fuerte malestar entre los legisladores aliados al Gobierno o potenciales apoyos en las bancadas de la UCR, el PRO, el nuevo bloque Hacemos Coalición Federal e incluso entre algunos libertarios.

"No se puede construir una mayoría parlamentaria con aliados al oficialismo si desde el mismo gobierno permanentemente nos bombardean a todos como si fuéramos casta, vagos o delincuentes", se sinceró ante El Cronista un destacado legislador de una bancada opositora que tiene afinidades con Milei pero visiblemente molesto por los ataques presidenciales.

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Un funcionario que ocupa el primer piso de la Casa Rosada admite el desliz en la estrategia presidencial contra el Congreso. "Creo que nadie tomó conciencia de la debilidad que tenemos con apenas 38 diputados propios de 257. Hoy es imposible siquiera pensar en el quórum para iniciar una sesión", dijo.

No son pocos los diputados aliados al gobierno que coinciden que la dureza del oficialismo se entiende cuando se cuestiona al kirchnerismo. Pero extender ese mensaje de guerra al resto puede conspirar contra los propios deseos de sumar los votos que necesita el gobierno para avanzar con leyes clave. ¿Alguien cree que la dureza del Gobierno contra todo el Congreso generará una ola de apoyos al propio Milei por arte de magia?

Halcones y Palomas

En el gobierno limitan este debate al posicionamiento de "Halcones y Palomas". Pero el escenario va más allá de este simple encuadre de posiciones.

Entre los "Halcones" se ubican a los duros como Patricia Bullrich, Nicolás Posse y en algunos casos el propio Caputo. Entre las "Palomas" figura Guillermo Francos, Sandra Pettovello, Guillermo Ferraro o incluso Karina Milei. El Presidente trata de terciar en muchos casos entre estos dos sectores contrapuestos.

Un encumbrado ministro admitió ante El Cronista que las pujas internas no le hacen nada bien al poder de Milei pero minimizó esos enfrentamientos: "sólo se trata de diferencias de criterio. En el fondo todos vamos por el mismo camino", dijo.

Incluso se detallaron en los últimos días arduos debates en las reuniones de Gabinete que lidera el Presidente entre el propio Milei, Caputo, Mondino y Bausili del BCRA. Se trató de acalorados debates sobre la marcha de la economía o una visión particular de la macro.

Las internas palaciega

Desde los primeros días de mandato de Milei, en la Casa Rosada se libra otra batalla que también puede conspirar contra el andamiaje del propio gobierno. Esta pulseada es más silenciosa y trata de esconderse bajo la alfombra cuando aflora en las redes.

La puja más visible fue la de la ministra de Capital Humano Sandra Petovello contra Caputo y Posse por los vínculos que se tejieron con algunos sectores del sindicalismo. En la jefatura de Gabinete y en Economía cuestionan a Pettovello por haber dado concesiones al gremio de Comercio que lidera Armando Cavallieri por el acceso a cuotas solidarias a cambio de un apoyo al esquema de indemnizaciones que plantea el DNU.

El tema molestó mucho al ala dura del gobierno y esto culminó con la renuncia del subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau que respondía al secretario del área Omar Yasin. La pulseada interna dejó debilitado al gobierno ante las negociaciones en puerta con la CGT.

No son los únicos embates internos del gobierno. A la canciller Diana Mondino le cuestionan desde Economía y Jefatura de Gabinete sus acercamientos con Taiwán que pusieron en severo riesgo las relaciones con China y la continuidad de una línea de 6.500 millones de dólares de Swaps que iba a mandar Beijing en lo inmediato y ahora está en stand by.

A la vez, Mondino criticó por lo bajo a la Vicepresidenta y titular del Senado Victoria Villarruel a quien la acusa de demorar la aprobación de al menos siete designaciones de embajadores políticos, entre los que se encuentra un nombramiento de peso como es el designado embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein.

Hasta que el Senado no llame a audiencia pública y avale posteriormente en el recinto esas designaciones no habrá embajador en Washington, Brasil, Israel, India o Francia por poner algunos casos.

El ministro del Interior se trenzó en los últimos días con Caputo y su equipo por supuestas concesiones que dio Guillermo Francos a los gobernadores en las negociaciones por el biodiesel, Ganancias y otras partidas destinadas a las provincias.

La figura recién aterrizada al Gobierno del Secretario de Medios, Eduardo Serenellini, generó un fuerte malestar interno en la Casa Rosada. El experiodista de LN+ no sólo desplazó el rol protagónico del portavoz Manuel Adorni sino que se arrogó funciones del Jefe de Gabinete con reuniones que armó con empresarios, embajadores y gremios.

Todo esto forma parte de una batalla interna que se libra dentro del Gobierno y que no hace más que conspirar contra la figura de Milei y el poder de fuego que requiere en los primeros meses de luna de miel con la sociedad que lo votó. Después será tarde y las batallas internas sólo servirán para exponer mayor debilidad.

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